Opinión

La labor social de los indepes

Acto organizado por la ANC con motivo de la Diada del 11 de septiembre
Acto organizado por la ANC con motivo de la Diada del 11 de septiembreToni AlbirAgencia EFE

Los fanáticos y los sectarios son incapaces de reconocer los méritos del contrario. como yo no me tengo por tal, reconozco el gran mérito del independentismo en su labor social con la tercera edad, y me apena que esto no hayamos sabido hacerlo los que no somos independentistas.

La jubilación tiene que ser un momento muy duro: dejar la obligación diaria de ir al trabajo, darte cuenta de que tus hijos no te necesitan o como mucho para cuidar a ratos de los nietos. Algunos tienen la suerte de tener hobbies a los que dedicar su tiempo, pero para otros no hay más entretenimiento diario que acudir al «casal dels avis», bajar al bar de la esquina a encontrarse con otros jubilados, o como mucho dar algún paseo por la ciudad y tratar de ver novedades.

El independentismo dio en el blanco, envió a los bares, a los casales, etc. a señores y señoras capaces de decir completamente en serio que Miguel de Cervantes se llamaba Miquel Servet y escribió «El Quijote» en catalán, que Santa Teresa de Jesús no estuvo en Ávila sino en Pedralbes, o que los romanos no eran nada hasta que llegaron a Cataluña. Naturalmente esto sube los ánimos a cualquiera y si además te ofrecen actividades diarias como ir a cortar la avenida Meridiana o semanales colocándose en una esquina con una pancarta –más alguna que otra fiesta extra– uno comprende que se apunten a lo que haga falta.

Ya me sorprendió el día de la conferencia del Excmo. Sr. don Manuel Marchena, la elevada edad de casi todos los manifestantes dispuestos a llamarle de todo menos guapo y hacerlo además con muchísimo énfasis, porque no hay nada como la tercera edad o la adolescencia como para encontrar motivos vitales.

Por muy admirador que sea como jurista de don Manuel Marchena, no pude por menos que sentir cierta ternura por los que gritaban fuera. Llegué a preocuparme por su salud, no es bueno a determinada edad tanta efusión ni tanta exaltación, pero en fin, cada uno es muy libre de expresarse como quiera sea contra don Manuel o contra el mismísimo Benzema.

Vistas las imágenes de este 11 de septiembre me ratifico en la labor social realizada por el independentismo, la mayoría de los que fueron a la manifestación era gente mayor acompañada de algunos jóvenes también muy exaltados. Pero lo cierto es que la mayoría de los independentistas se quedaron en su casa y lo comprendo: tienen que estar hasta las narices de los líos de sus partidos, de las convocatorias huecas de sus asociaciones, etc.

Muchos se han dado cuenta de la farsa aunque mantengan los sentimientos, porque todo esto ha sido una farsa y al ejemplo me remito. ¿Recuerdan ustedes que bandera siguió ondeando en el Palau de la Generalitat mientras Puigdemont proclamaba la independencia?: La española, y ahí sigue y seguirá por muchos años.