Generalitat

Aragonès se rodea de ex dirigentes del PSC y Convergència en su Govern en solitario

También incorpora a Gemma Ubasart, ex dirigente de Podemos en Cataluña, y a Meritxell Serret, pendiente de juicio por el 1-O

Pere Aragonès recupera a destacados ex dirigentes de la política catalana para su Govern en solitario.Joaquim Nadal, histórico exsocialista y miembro de los dos tripartitos de Maragall y Montilla, es el nuevo titular de Universidades. Y Carles Campuzano, exdiputado convergente, pasa a ocupar la cartera de Derechos Sociales. Fichajes relevantes que vuelven a primera línea después de haber pertenecido a los dos principales rivales políticos de ERC: el PSC y el espacio de la convergencia.

Ambos, tanto Campuzano como Nadal, acumulan experiencia y una larga trayectoria en sus anteriores partidos. El primero fue diputado en el Congreso durante siete legislaturas, miembro de la cúpula de CDC e incluso participó de forma directa en la mutación hacia el PDeCAT. Y Nadal fue alcalde de Girona entre 1979 y 2002 antes de su salto a la Generalitat.

Otra de las incorporaciones destacadas es la de Meritxell Serret como titular de Acción Exterior. Diputada de ERC, se entregó al Supremo después de haberse fugado a Bélgica en 2017. Ahora está pendiente de juicio por desobediencia por su papel en el referéndum ilegal del 1-O.

A estos dos nombres se suma también el de Gemma Ubasart (para la consejería de Justicia), quien fuera una de las primeras dirigentes de Podemos en Cataluña cuando nació la formación a raíz del 15-M. Por tanto, el president busca rodearse también de la órbita de los morados, además de codearse con perfiles de procedencia socialista y convergente, toda una declaración de intenciones de Esquerra para esta nueva etapa política.

Después de descartar retener a alguno de los exconsejeros de Junts, Aragonès ha optado por mantener la estructura de 14 departamentos, la que había hasta ahora. El resto de los nuevos consejeros son Natàlia Mas de Economía; Manel Balcells de Salud, y Juli Fernández de Territorio, los tres de Esquerra. De ellos destaca la primera, dirigente de la máxima confianza de Aragonès y Junqueras quien deberá afrontar ahora el reto de los presupuestos catalanes para 2023. Está previsto que los nuevos dirigentes tomen posesión el martes por la mañana antes de la reunión del Consell Executiu, que será la primera del nuevo Govern de ERC sin Junts.

De hecho, Aragonès se «bunkeriza» en un Ejecutivo monocolor de ERC, con 33 diputados de 135 en el Parlament y sin aliados para tratar de agotar una legislatura que apenas suma un año y medio de vida y ya agoniza. El president se ha rodeado de su equipo de colaboradores más estrecho para afrontar la crisis con Junts, la ruptura, y la configuración del nuevo Ejecutivo. Una «bunkerización» para cerrar filas y reforzar la figura institucional del president, quien ha saldado esta crisis con un sonoro golpe sobre la mesa: el cese fulminante del vicepresidente Jordi Puigneró que ha terminado conllevando la salida de los posconvergentes de la Generalitat.

Ahora, ERC afronta un mandato incierto, con más de media legislatura por delante y sin socios estables en el Parlament. La excesiva dependencia de Junts hasta la fecha y un relato muy centrado en el «procés» han aislado a los republicanos, que desdeñan la mano tendida de los socialistas y no acaban de cuajar ni con los Comunes ni con la CUP.

Y eso que la llamada legislatura del 52% –en referencia a la mayoría alcanzada en las urnas– arrancó con un pacto con los antisistema que incluía la investidura de Aragonès, la aprobación de los presupuestos y una cuestión de confianza en 2023. Ni la segunda ni la tercera se han cumplido y la ruptura con la CUP se consumó ya hace meses.

Además de tratar de buscar apoyos en la Cámara, el nuevo Govern de ERC se deberá enfrentar también a una dura y cruda oposición por parte de Junts. Laura Borràs ya ha dejado claras las intenciones del partido a lo largo del fin de semana y ha exigido al president o bien que se someta a una cuestión de confianza en el Parlament, o bien que convoque elecciones anticipadas. Y aquí aparece una figura como la de Campuzano. Exdirigente del sector convergente más moderado, totalmente contrario a la vía unilateral y con una dilatada trayectoria, recupera ahora un papel destacado en la lucha entre ERC y Junts.

Y la salida de Junts del Gobierno catalán complica seriamente la aprobación de los presupuestos de la Generalitat para 2023, que ahora quedan totalmente en el aire. El consejero saliente, Jaume Giró, dijo el viernes que dejaba el proyecto de ley listo para ser aprobado en el gabinete el próximo martes 18 de octubre o, a más tardar, el del 25 de octubre. No obstante, la salida de los posconvergentes trastoca el calendario y Esquerra se plantea la posibilidad de prorrogar las cuentas del año pasado.