Opinión

Don Joaquín

Real Betis V AS Roma - UEFA Europa League
Real Betis V AS Roma - UEFA Europa LeagueAFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

El fútbol es una pasión irracional, tan irracional que hace que un ser humano capaz de cambiar de ideas políticas, de convicciones religiosas, de estructura familiar o de orientación sexual, sea casi imposible que cambie de equipo de fútbol.

Les supongo queridos lectores tan saturados de malas noticias y de energías catastróficas como yo mismo, así que he empezado este artículo con una obviedad para pasar a otra, las pasiones futbolísticas en ocasiones trascienden a los colores, para rendirse ante quienes no sólo son grandes en el terreno de juego sino que trascienden a él y entre esos escasos ejemplos está el de Joaquín.

Pasó con Iniesta, un buen chico que con un gol puso en pie a toda España y tuvo un recuerdo para su amigo Dani Jarque, Iniesta es la timidez y el encanto de la inocencia, Joaquín también trasciende pero por todo lo contrario, es el desparpajo, es la alegría, es el anti-mito, es en término andaluz “el monstruo” por lo grande que se muestra dentro y fuera del terreno de juego.

Una pequeña anécdota, hace más de doce años mi mujer coincidió con él en un lugar de veraneo, le pidió una foto para mi hijo Pepe que tendría entonces siete años, gran futbolero, (Presidente, capitán y jugador del único equipo fundado durante la pandemia el C.F. La Bonanova – perdón por el orgullo de padre). Este verano bajamos de un barco en Ibiza un grupo de amigos, mi mujer se acercó a él en la playa, le contó lo de la foto, por supuesto la repitió con todos nosotros y tras él entramos en el chiringuito playero, vaya nos colamos detrás de él sin querer. Al contárselo risas, alegría y simpatía por doquier.

La anécdota es superficial, aunque me viene al pelo para presumir de hijo, pero significativa.

Había roto por completo con los programas de un aparato llamado televisión donde solo veía fútbol y películas, vi por curiosidad el primer y segundo programa de Joaquín y me he reconciliado con la buena gente, con ese chaval (me da que siempre lo será) que en el 2019 se vistió de soldado para felicitar a las fuerzas armadas o se ríe de si mismo haciendo huevos fritos o cantando flamenco.

En este país sobra mala leche y hacen falta ejemplos de buena gente y ese grandísimo futbolista que se llama Joaquín lo es y se merece que en todos los campos se le despida en pie al grito de “ole, ole y ole”. Desde luego los pericos así lo haremos.