Arte

Siguiendo los pasos de Picasso en su purgatorio

La Galeria Mayoral presenta varias obras importantes del artista malagueño

Uno de los originales de Picasso para la fachada del Colegio de Arquitectos en Barcelona
Uno de los originales de Picasso para la fachada del Colegio de Arquitectos en BarcelonaFotoGasull

Hay mucho que celebrar cuando se habla de la obra de Pablo Picasso, pero en este año se ha preferido conmemorar que ya hace cinco décadas de su muerte. El listado de exposiciones es ingente, lo que demuestra que habrá mucho y variado de un artista que lo hizo todo. Una pequeña gran cata de su trabajo es lo que se puede ver en una muy interesante muestra que acaba de abrir en Barcelona la Galería Mayoral y que cuenta con la colaboración en su realización de la crítica de arte Victoria Combalía.

Bajo el título de «Picasso. Paisajes humanos» la muestra trata de cubrir las principales etapas creativas de la trayectoria del genio. No aparece el cubismo, pero sí algunos de los temas que obsesionaban a un artista que no buscaba sino que encontraba, como a él mismo le gustaba subrayar. El diálogo entre el artista y la modelo, la obsesión por Rembrandt, su visión a veces irónica del sexo o la influencia de Delacroix aparecen en algunas de las piezas seleccionadas para esta muestra.

Probablemente la obra más importante, entre otros motivos por su gran peso simbólico, es el dibujo original para uno de los esgrafiados, probablemente el de mayor representación, destinados para el Colegio de Arquitectos de Cataluña, en Barcelona. Fue un encargo de Xavier Busquets, responsable del edificio situado a pocos metros de la catedral de la capital catalana. En un primer momento, Busquets tenía en mente un trabajo en el que se combinara la cerámica con el trazo picassiano, pero finalmente se optó por lo que hoy podemos ver y que se benefició de la nueva técnica del chorro de arena llevada a cabo por Carl Nesjar. El original expuesto en Mayoral demuestra la sabiduría del maestro, capaz de resumir en pocos trazos sus recuerdos de la Barcelona festiva en la que vivió a finales del XIX. Picasso hizo los dibujos para Busquets en su exilio, en su residencia de Cannes, el 18 de octubre de 1960. Es una pieza que debería quedarse para siempre en la ciudad que lo inspiró.

Picasso está considerado junto con Braque uno de los máximos exponentes del cubismo
Picasso está considerado junto con Braque uno de los máximos exponentes del cubismolarazon

Otra pieza interesantísima en Mayoral es uno de esos retratos caricaturescos que tanto gustaban al Picasso más divertido y juguetón. Es el caso de un dibujo en el con envidiables trazos recrea a su querido camarada Sebastià Junyer i Vidal. Picasso, en este original de casi 1900, dibuja a Junyer ante dos muchachas con ciertos ecos a las que pintaba Isidre Nonell. El pintor amigo de Picasso parece estar presumiendo de su sexo delante de la pareja de mujeres. El malagueño escribe en catalán junto a la escena: «Trieu i remaneu».

El galerista Jordi Mayoral reconoce, en declaraciones a este diario, que «la figura de Picasso es tan bestia que no se acaba nunca. Es un gigante fascinante, pero también controvertido. Es saludable que sea revisado porque los ojos de ayer no son los de hoy». Mayoral cree que no debe olvidarse toda esa parte negra que queda en la biografía picassiana, especialmente su trato con algunas de las mujeres que lo acompañaron a lo largo de su extensa trayectoria vital. Es ese purgatorio por el que debe pasar, si es que ya no ha pasado.

Un homenaje picassiano a Rembrandt
Un homenaje picassiano a RembrandtMarçal Folch

Volviendo a este recorrido, también es significativo un rostro de caballero de 1969, donde es indudable que planea la admiración por Rembrandt. Es un original de la serie mal llamada de «los mosqueteros». En realidad es un homenaje picassiano al barroco y que tuvo su punto álgido cuando Picasso repintó «Las meninas» velazqueñas.

Otro homenaje es el que dedica al exotismo de Delacroix en un gran dibujo fascinante de 1967: «Desnudo, cabra y oriental». El artista, junto a la fecha, se preocupó en añadir un «III» porque aquel era el tercer dibujo que realizó ese día.