Opinión

El campeón infiltrado

Manifestación contra la infiltración de un policía
Manifestación contra la infiltración de un policíaLorena SopênaEuropa Press

Que la realidad supera a la ficción es algo que sobre todo los que nos dedicamos a determinados menesteres sabemos perfectamente.

Si usted ha visto cualquier película de James Bond, en ellas el seductor agente inglés siempre tiene uno o dos de eso que los jóvenes llaman «rollos» con las malas de la película.

Un puro aprendiz «Bond, James Bond, al lado del, según la prensa, agente de la Policía Nacional, que tuvo algo más que arrumacos ni más ni menos que ocho señoras, que pensaban que estaban teniendo momentos de pasión con un apuesto líder libertario e indepe, decidido a dar la vida por la independencia y la revolución. Y resultó que era un poli, según explicaron las señoras.

La verdad es que si cada vez que alguien se va a la cama con otro u otra, pensando que es otra cosa, se abriera una causa penal, no es que hubiese colapso judicial, es que se cerraban directamente los juzgados.

Afortunadamente uno está fuera del mercado y desconoce los nuevos métodos de ligue, pero me da que eso de seducir a costa de aparentar que es lo que no es, sigue estando a la orden del día, como lo ha estado siempre.

Recuerdo una amiga de mi juventud que se enamoró apasionadamente de un italiano que vino a Barcelona con un Ferrari y vestido de Armani, así que cuando acabó el idilio veraniego, ella se fue a verlo a Roma con sus mejores galas. Al llegar a la dirección indicada apareció la «mamma», que vivía en su sencilla casa del extrarradio, y le dijo que el chico vendría al cabo de un rato cuándo acabará su jornada de fontanero. Dignísima profesión, pero a mi amiga casi le da un síncope.

Para que no se me tache de sexista, recordaré también a un amigo que una noche ligó con un pibonazo, según palabras textuales suyas, al terminar la apasionada noche la chica le dijo que tenía a su madre en una residencia y tenía que hacer unos pagos, no tenía dinero, etc., etc. y que si no le ayudaba para la residencia de su mamá le metería en un lío.

En fin que esto como mucho da para una nulidad matrimonial por error en las cualidades esenciales de la persona que no es el caso, pero me da que para nada más desde el punto de vista jurídico.

Ahora bien, para una película, da y mucho, «Bond, James Bond» es un pardillo al lado de nuestro campeón.

Con dos cojones (nunca mejor empleado el término).