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Así es la calle de Barcelona con más turistas al día: historia, comercios y cómo ha cambiado

Con más de 100.000 visitantes diarios, este lugar se mantiene como el epicentro turístico de la ciudad, con comercios tradicionales y retos de masificación turística

La Rambla de Barcelona La Razón

Barcelona es una ciudad que lo tiene todo: mar, arquitectura, gastronomía y una identidad cultural única. Y si hay un lugar que simboliza el alma turística de la ciudad, esa es sin duda esta calle -la que atrae más turistas al día en Barcelona-.

Pasear por esta arteria, que une la Plaza de Cataluña con el Port Vell, es recorrer siglos de historia y un escaparate vivo del turismo urbano.

Con una media de más de 100.000 visitantes diarios, según datos del Ajuntament de Barcelona, La Rambla se ha consolidado como la calle con más turistas de Barcelona y una de las más transitadas de Europa.

Su magnetismo es innegable: locales históricos, artistas callejeros, arquitectura modernista y terrazas siempre llenas la convierten en un lugar de paso obligatorio para quienes visitan la capital catalana.

La historia de La Rambla: de torrente natural a paseo emblemático

Antes de convertirse en el paseo icónico que es hoy, La Rambla era un antiguo cauce natural, un pequeño torrente que separaba el núcleo medieval de Barcelona del barrio del Raval.

No fue hasta el siglo XVIII cuando se empezó a urbanizar y a poblar con edificios, conventos y teatros que le dieron su carácter bohemio.

En el siglo XIX ya era uno de los ejes sociales más importantes de la ciudad, y su fama no ha dejado de crecer desde entonces. En sus apenas 1,2 kilómetros se concentran algunos de los puntos más visitados de la ciudad, como el mercado de la Boqueria, el Gran Teatre del Liceu, el Palau de la Virreina o el mosaico de Miró, en pleno suelo del paseo.

Comercios históricos y modernidad: un equilibrio cada vez más difícil

La Rambla ha sido tradicionalmente un espacio de comercio vivo y diverso. A día de hoy, alberga más de 300 establecimientos entre bares, tiendas de recuerdos, floristerías y quioscos de prensa.

Algunos negocios centenarios resisten como testigos del pasado, como la histórica Casa Beethoven o la heladería Sirvent, mientras que otros han sido reemplazados por franquicias y marcas globales.

Esta transformación comercial responde a las dinámicas del turismo masivo en Barcelona, que ha redefinido el tipo de oferta que predomina en la zona. Sin embargo, iniciativas como la de "Amics de La Rambla", una asociación vecinal y comercial, trabajan para preservar la identidad del paseo y apostar por una Rambla más local, cultural y sostenible.

Cómo ha cambiado la calle con más turistas de Barcelona

La masificación ha tenido un fuerte impacto en la calle con más turistas de Barcelona. A lo largo de los últimos años, el Ayuntamiento ha impulsado diferentes planes de reforma para recuperar el espíritu original del paseo.

El más ambicioso, el Pla Cor Barcelona, prevé reducir el tráfico rodado, ampliar aceras, reordenar el espacio para peatones y priorizar el comercio de proximidad.

El reto es claro: lograr que La Rambla siga siendo la calle con más turistas de Barcelona, pero también un lugar habitable, seguro y atractivo para los barceloneses. Porque más allá del turismo, sigue siendo un punto de encuentro para la ciudadanía, el escenario de manifestaciones culturales, celebraciones y una vida urbana rica y compleja.

Una calle símbolo de Barcelona

La Rambla es mucho más que una vía turística. Es un símbolo de la transformación urbana de Barcelona, un reflejo de sus contradicciones y de su potencial. A pesar del desgaste provocado por el turismo masivo, su capacidad de reinventarse la mantiene viva y con pulso.

Visitar La Rambla es recorrer la historia de Barcelona paso a paso. Desde los floristas tradicionales hasta los nuevos espacios culturales, desde el bullicio de sus terrazas hasta el silencio de sus patios interiores.

Y sí, sigue siendo la calle con más turistas de Barcelona, pero también una de las que mejor resume el espíritu de la ciudad: abierta, cambiante, acogedora y viva.