
Historia
Esta es la calle de Barcelona con más comercios centenarios -y casi nadie los conoce-
En pleno casco histórico se esconde la vía con los negocios más antiguos de Cataluña: comercios que han sobrevivido a guerras, pandemias y gentrificación

Barcelona cambia, pero algunas cosas resisten. Entre cafeterías modernas, locales de ropa globalizada y nuevos negocios de paso, hay calles que conservan el alma de la ciudad. Y en esa resistencia al olvido, una vía destaca por encima del resto: la calle Portaferrissa.
Situada a escasos metros de Plaça Catalunya, Portaferrissa es una de las calles comerciales más transitadas del Gòtic… y, sorprendentemente, una de las que más tiendas centenarias conserva. Un paseo por esta arteria es como abrir una ventana al pasado: escaparates con molduras de madera, rótulos de hierro forjado y nombres que llevan más de un siglo escritos en las fachadas.
Un paseo por la historia viva del comercio barcelonés
La calle Portaferrissa conecta el bullicio del centro con la historia medieval de la ciudad. Su nombre proviene de la antigua puerta ferrada (con barras de hierro) que marcaba uno de los accesos a la muralla de la Barcelona antigua.
Hoy, en lugar de murallas, encontramos tiendas que han pasado de generación en generación, resistiendo modas y subidas de alquiler.
Uno de los casos más emblemáticos es la Herboristería del Rei, fundada en 1818. Aunque su entrada está en la vecina calle del Vidre, su historia forma parte del ecosistema comercial que envuelve a Portaferrissa. Esta herboristería fue proveedora de la Casa Real, y su interior de madera tallada y frascos de vidrio sigue intacto.
A pocos metros encontramos negocios como Casa Piera, especializada en material artístico desde 1941, o la camisería Xancó, en La Rambla, con más de 200 años de historia y que forma parte de la red de Establecimientos Emblemáticos de Barcelona, un programa oficial del Ayuntamiento que protege el patrimonio comercial.
¿Por qué Portaferrissa?
Según el listado actualizado del Ajuntament de Barcelona, Portaferrissa es una de las calles con más comercios incluidos en el catálogo de tiendas emblemáticas. El programa reconoce a aquellos negocios que, por su antigüedad, singularidad y valor patrimonial, forman parte del alma de la ciudad. Algunas de las razones que explican la concentración de tiendas centenarias en esta vía son:
Su localización estratégica, entre el Gòtic y El Raval.
Su tradición como calle de paso para el comercio desde la Edad Media.
El peso del turismo, que ha garantizado cierto flujo de clientes constante.
La protección institucional a ciertos locales para evitar su desaparición.
Una lucha por no desaparecer
Pero no todo ha sido fácil. En los últimos 20 años, muchos comercios históricos han bajado la persiana, víctimas del aumento de precios del alquiler o de la presión de las grandes franquicias. La calle Canuda o la calle Petritxol han perdido parte de su esencia comercial por este motivo.
En este contexto, las tiendas centenarias de Portaferrissa son auténticas supervivientes. Y su presencia no solo conserva el pasado, sino que añade valor al presente de Barcelona. En una ciudad cada vez más globalizada, estos comercios son una forma de diferenciarse, de explicar una historia, de resistir al olvido.
El valor del comercio con memoria
Desde cafés históricos hasta tiendas de sombreros fundadas en el siglo XIX, Portaferrissa demuestra que la modernidad no está reñida con la tradición. Y en tiempos de cambios constantes, esa permanencia se vuelve un tesoro.
Si paseas por el centro de Barcelona y quieres ver cómo era la ciudad antes de los escaparates uniformados, da un paseo por Portaferrissa. No solo harás compras: harás historia.
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