
Lengua
El catalán de los niños se parece al castellano, según un estudio de la UPF
El castellano de los bilingües castellano dominantes de Catalunya no se diferencia del de Castilla y León

Una investigación de la Universitat Pompeu Fabra PF afirma que la influencia del castellano sobre el catalán varía según la edad de los hablantes bilingües de Cataluña. El catalán con el que se expresan los niños y niñas recibe más influencias del castellano que el que utilizan los adultos. Esa es una de las principales conclusiones del proyecto de investigación BIBA que promueve el Departamento de Traducción y Ciencias del Lenguaje de la UPF.
La investigación ha estudiado hasta qué punto el catalán y el castellano se influyen mutuamente cuando las personas bilingües las están aprendiendo o están desarrollando diferentes usos sociales de ambas lenguas. La investigación, del grupo de investigación de Adquisición de Lenguas desde la Cataluña Multilingüe, se ha centrado en los efectos de estas interacciones sobre las competencias lingüísticas de hablantes individuales. Pero también explora si ese proceso podría repercutir sobre la evolución del catalán y el castellano en las comunidades bilingües.
El estudio ha concluido que las dos lenguas de un bilingüe catalán-castellano se influyen mutuamente, pero de forma asimétrica. La influencia del castellano hacia el catalán es mayor que a la inversa. Por un lado, el estudio revela que el castellano de los bilingües castellanodominantes de Cataluña no se diferencia sustancialmente del castellano monolingüe de zonas como Castilla y León. Por otra parte, indica que el catalán sí recibe muchas influencias del castellano, especialmente entre los hablantes más jóvenes.
El estudio determina que las personas adultas van alternando el uso del complemento directo precedido o no de la marca “a”, así como de los verbos “ser” y “estar”. En cambio, los hablantes más jóvenes (7-13 años) utilizan sólo una alternativa lingüística, la propia del castellano, en lugar de las dos empleadas por sus referentes adultos. Por ejemplo, mientras que una persona adulta va combinando "ser" y "estar" para localizar personas, con expresiones como “Anna és/està a l’escola”, los hablantes más jóvenes siempre utilizan “està”. Del mismo modo, mientras que las personas adultas pueden utilizar o no la marca “a” en una frase como “Veig (a) la Maria”, los más jóvenes siempre optan por incluir “a”.
Las principales investigadoras del proyecto, Aurora Bel y Silvia Perpiñán explicaron en una nota de Prensa de la universidad que han estudiado este fenómeno a partir de dos estructuras lingüísticas concretas. En primer lugar, han examinado si los hablantes bilingües utilizan o no la preposición “a” frente a complementos directos, algo que es correcto en castellano, pero incorrecta en catalán en la mayoría de casos. En catalán es correcto decir "Veig la dona " y no "Veig a la dona", mientras que, en castellano, la frase correcta sería "Veo a la mujer". En segundo lugar, se han examinado los usos de los verbos “ser” y “estar” de los hablantes bilingües, cuya distinción es particularmente compleja y presenta diferencias en catalán y castellano. “Aun siendo fenómenos específicos, estos procesos reflejan principios cognitivos generales sobre cómo se influyen las lenguas en contacto”, explicó Aurora Bel.
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