Cargando...

Turismo

El diminuto pueblo de Cataluña perfecto para visitar: un territorio vitícola lleno de tradición

No llega a un kilómetro cuadrado y el Instituto de Estadística de Cataluña establece que tiene una población por debajo de los 630 habitantes

La Casa Josep Parellada, situada en uno de los pueblos más pequeños de Cataluña Wikimedia Commons

En España, donde las grandes ciudades suelen acaparar todo el turismo, tanto nacional como internacional, existe también la posibilidad de acudir a los pueblos pequeños, los cuales ofrecen alternativas perfectas que atraen al público por su serenidad y por la posibilidad de explorar el territorio bajo un ritmo más pausado, que estará marcado por el criterio personal de cada uno.

Nuestro país está lleno de tradición y cultura, reflejado en todos sus lugares emblemáticos, su gastronomía o su arquitectura. Sin embargo, lo más destacable no solo se encuentra en los destinos más reconocidos cuyo tamaño es mayor, ya que lo bonito también reside en lo más pequeño, y en este caso diminuto. Acudir a estos sitios permite conectar, de una forma más directa, con las costumbre locales de un lugar determinado y adentrarse en un ambiente libre de la saturación del bullicio urbano.

En Cataluña, y más concretamente en la provincia de Barcelona, se encuentra un pueblo que tiene menos de un kilómetro cuadrado de dimensión, que posee calles estrechas y un entorno natural que invita a sus turistas a la calma. Por eso, estos viajes, que son perfectos para hacer en familia, se han convertido en un tipo de turismo de lo más reconocido en España.

Este es el pueblo más pequeño de Cataluña

Can Ferran, PuigdàlberWikimedia Commons

Se trata de Puigdàlber, el municipio más pequeño de Cataluña y que está ubicado en la comarca del Alt Penedès. Posee una dimensión de unos 400 metros cuadrados y una población de 629 habitantes, según cifras delInstituto de Estadística de Cataluña. Al situarse próximo a la Ciudad Condal, a unos 60 kilómetros de distancia, se ha convertido en una excelente opción para visitarlo, aparte de que se podrá hacerlo de forma rápida.

Pese a su escaso tamaño, que en este sentido no acompaña, la realidad es que alberga notables puntos de interés de carácter arquitectónico y muy relacionados con la viticultura. Este pueblo, que lleva documentado desde el siglo XII (1108), creció en torno a su iglesia, la de Sant Andreu, construida en 1942 sobre donde se asentaba el antiguo templo del pueblo. A su vez, en esta región destacan los viñedos, donde se fabrican los mejores vinos de Puigdàlber.

Casa de Josep Parellada y Cal Ferran, los lugares más destacables

Entre sus lugares más resaltables se establecen la casa de Josep Parellada, reconocida como el elemento más característico del pueblo. Su construcción, que es de una única planta y que hace esquina con la calle, está compuesta de una fachada principal que está elevada con respecto al nivel de la vía. En cuanto al remate, su perfil en forma de curva refleja que el más estilo modernista.

A su vez, Cal Ferran, situada en la Plaça de l’Església, también es otra edificación dotada de mucha historia por su construcción durante el siglo XIV, llamativa por sus ventanales en forma de arco y sus columnas; a lo largo que ha ido avanzado el tiempo ha sido reformada, para mantenerla en el más alto nivel de conservación. El edifico de la cooperativa agrícola es otro de los sitios más destacados de Puigdàlber, que actualmente se establece como un equipamiento municipal; acudir a alguna bodega que ofrezca los mejores vinos del municipio será algo fundamental cuando se visite el pueblo más pequeño de Cataluña.

Las mejores rutas cercanas a Puigdàlber

A continuación, se va a presentar un listado con las rutas más cercanas en referencia a Puigdàlber, el municipio con menor dimensión del territorio catalán. Se incluirán la ubicación y una breve descripción de la misma:

  • 150 años del ferrocarril de Tarragona a Martorell: se ofrece un recorrido histórico que circula por la antigua línea ferroviaria, donde se combinan paisajes naturales y el mejor patrimonio industrial. Se podrá ser testigo de la evolución de este medio de transporte y cuál ha sido su impacto en los pueblos de los alrededores.
  • El camino del río en el Alt Penedès: se sigue el curso del río Anoia, donde se ofrece un camino tranquilo lleno de paisajes y viñedos. Es perfecto para realizar senderismo y permite conocer la cultura de la comarca.
  • Persiguiendo tesoros modernistas en el Alt Penedès, el Garraf y el Baix Llobregat en coche eléctrico: recorre los sitios mencionados en coche eléctrico, donde se descubren joyas del modernismo; se establece como una visita que combina arte, historia y sostenibilidad.
  • El Fet Casteller: se podrá explorar la tradición establecida de los castells en esta región, donde se verán lugares clave en los que se celebran estas reconocidas torres humanas. Se profundizará en la historia y la cultura de esta singular tradición catalana.