Opinión
El Ejército y el Salón de la Enseñanza
La participación del Ejército en el evento ha generado algunas protestas
Durante tiempo he pasado algunos de los mejores días del año acudiendo vestido de uniforme al estand del Ejército en el Salón de la Enseñanza en Barcelona. La verdad es que no tenía obligación de ir, pero he de reconocer que me lo pasaba estupendamente bien viendo la gran cantidad de chavales jóvenes que se acercaban al estand.
He de reconocer malsanamente que pese a mi condición de profesor universitario disfrutaba viendo como los centros académicos se esforzaban por captar chicos y chicas de bachillerato para sus respectivos estands mientras nosotros teníamos cola en el nuestro. Es verdad que jugábamos con ventaja, porque entre que te entreguen un folleto o te enchufen un video promocional y poderte subir a un simulador de un F18 sintiendo lo mismo que un piloto de caza, o tener acceso a la realidad virtual donde puedes liberar unos rehenes o vivir el entrenamiento de un cuerpo de operaciones especiales, no hay color. Además el Ejército tiene otra ventaja y es que no solo ofrece docencia sino que también empleo.
No solo era gratificante sino también divertido. Cada año vienen unas veinte personas a protestar por la presencia del estand. Tengo que decir que no provocan ningún altercado, no se si será porque uno de los años se habló con el que parecía su líder y sencillamente se le explicó que, por supuesto, se respeta la libertad de expresión y que en las zonas comunes pueden hacer lo que quieran y si hay algún problema para eso están los de seguridad de la Feria y los Mossos d´Esquadra, pero que del estand hacia dentro teníamos derecho a defendernos y, especialmente, porque en el mismo había una bandera y esa no se toca. Así que estos señores y señoras que siempre se portan muy correctamente, vienen cada año montan su "performances" y luego se marchan, y como cada año son los mismos. Los últimos años ya nos despedíamos hasta el año siguiente.
También hay otros que no quieren la presencia del Ejército en un Salón de la Enseñanza. Obviamente no lo hacen por razones lógicas porque la profesión militar es una salida profesional tan o más interesante que cualquier otra. Hoy en día en las academias militares, los oficiales salen no solo con los estudios propios sino con una carrera civil, con un nivel altísimo de lenguas extranjeras y, dicho sea de paso, bastante más en forma que en otras salidas universitarias.
Ya he explicado en más de una ocasión que de los tres mundos en los que me he movido, la Justicia, la Universidad, y el Ejército, es este ultimo el que más ha evolucionado y más se ha adaptado a los nuevos tiempos y para mí, como ya he escrito en más de una ocasión, ha sido un honor vestir el uniforme como reservista, y además me lo he pasado muy bien, tan es así que no descarto el año que viene volver a pedir permiso para pasearme entre los diferentes estands y acabar atendiendo en la cola que hay en el del Ministerio de Defensa.
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