Parlament

ERC y Junts se unen y elevan el precio a Sánchez: sin referéndum no hay investidura

Firman una tregua en el Parlament para defender la amnistía y vincular el «sí» al PSOE a la autodeterminación

Primer pacto de conveniencia entre Esquerra y Junts sobre las condiciones para la investidura de Pedro Sánchez. Ambos partidos independentistas acordaron ayer «in extremis» no apoyar al líder del PSOE si no acepta negociar un referéndum de independencia de Cataluña, además de defender y dar por hecha una ley de amnistía para despenalizar el «procés». Una suerte de hoja de ruta compartida que hoy deberá pasar el escrutinio del Parlament.

Así lo recogieron Junts y ERC en una propuesta de resolución conjunta y acordada al límite, registrada en el Parlament justo cuando vencía el plazo –pidieron incluso 30 minutos de prórroga para poder llegar a tiempo– y que se votará en la Cámara catalana coincidiendo con la última jornada del debate de política general. Para que salga adelante, posconvergentes y republicanos necesitan de la abstención de la CUP o de los Comunes en el pleno ante el rechazo del resto de partidos.

Sea como fuere, lo cierto es que se trata de la primera vez que el partido de Junqueras y el de Puigdemont firman una «tregua» y trazan una especie de estrategia común para elevar el precio al PSOE. En concreto, las dos formaciones independentistas consensuaron vincular la investidura de Sánchez con «avances» en la autodeterminación de Cataluña.. «El Parlament se pronuncia a favor de que las fuerzas políticas catalanas con representación en las Cortes españolas no den apoyo a una investidura de un futuro Gobierno español que no se comprometa a trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración de un referéndum», recoge la propuesta suscrita por los republicanos y los posconvergentes, que no fija plazos.

Una novedad importante, que sigue la estela del discurso que efectuó esta misma semana el presidente de la Generalitat –dijo que había que pactar una consulta antes de 2027– y que concuerda también con las exigencias planteadas por Carles Puigdemont desde Bruselas.

En esta misma línea, el texto pactado también expresa que la resolución del conflicto político pasa «por la vía política y democrática» y se reafirma en la defensa de la autodeterminación, «es decir, que Cataluña pueda decidir su futuro colectivo a través de un referéndum». «De esta manera, el mandato que salió del referéndum del 1-O de 2017 podrá ser sustituido por un nuevo referéndum acordado con el Estado», reiteran posconvergentes y republicanos.

Eso sí, igual que no hay ni rastro de la vía unilateral en el texto pactado, tampoco lo hay del relator o «mediador internacional» que exige el líder posconvergente para negociar con Pedro Sánchez. Dos amenazas de Junts para desmarcarse de ERC y tratar de liderar las conversaciones con el PSOE que no se abordarán en el Parlament por las divisiones que generan en el entorno independentista.

Por otro lado, ERC, Junts y la CUP registraron una segunda propuesta de resolución en la que los tres partidos defienden «la necesidad de una ley de amnistía para dejar sin efecto aquello que se había tipificado como infracción penal o administrativa en relación con la defensa del ejercicio del derecho a autodeterminación de Cataluña».

El texto apela a la proposición de ley de amnistía presentada en el Congreso en 2021 y emplaza al Govern a que lleve a cabo «todas las acciones necesarias» para incluir en la amnistía a todos los «represaliados» por «motivos políticos» por «defender los derechos y las libertades» en el marco «de conflicto social y político». Una interpretación extensiva de la amnistía por la que ha presionado la CUP.

De hecho, Junts y especialmente ERC ya dan por hecha la amnistía e incluso los republicanos han amagado en los últimos días con estar compartiendo ya documentos técnicos con el PSOE y Sumar sobre una supuesta despenalización de los encausados del «procés».

Los dos textos, tanto el de la autodeterminación de ERC y Junts como el de la amnistía, son declaraciones simbólicas sin efectos jurídicos ni prácticos, pero buscan que el Parlament se posicione a favor en plenas negociaciones del independentismo con el PSOE para investir a Pedro Sánchez.

Eso sí, para llegar a esta «tregua», el independentismo ha estado discutiendo a lo largo de toda la semana en el Parlament. El punto que más fricción generó y genera es el liderazgo de las negociaciones con Sánchez. ERC buscaba que fuese el Govern de Aragonès quien se arrogara la potestad, algo que en Junts rechazaron de plano con un ojo puesto en Puigdemont. Al final, ambos consensuaron un redactado salomónico con protagonismo para el Ejecutivo y «los partidos». Hoy, Junts y ERC también pedirán la amnistía de forma conjunta en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona.