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Investigación oncológica

Hallan una posible explicación a la aparición de melanomas sin que haya una peca asociada

La exposición a la radiación solar en recién nacidos con una mutación BRAF desencadena un mecanismo que permite la proliferación descontrolada de células cancerosas.

Una madre aplica crema solar a su bebé en una piscina de Palencia BrágimoAgencia ICAL

El melanoma es un tipo de cáncer con una incidencia de 150 mil nuevos casos cada año y que, debido al cambio climático, se prevé que irá en aumento. Desde hace tiempo, se conoce que entre los neonatos la radiación ultravioleta, es decir el que el bebé se queme debido a los rayos del sol, es un factor de riesgo para que en la edad adulta desarrollen éstos tumores, sin embargo aún existe cierto desconocimiento acerca de aquellos procesos que provocan que el melanoma aparezca y progrese.

En este sentido, se asume que, normalmente, antes de desarrollar cáncer, el paciente tiene un lesión inicial benigna, que suele presentarse en forma de nevus o pecas, las cual se va transformando en una progresión y se maligniza para dar lugar al melanoma, pero lo cierto es que hay un porcentaje significativo de tumores que no están asociados a esa lesión benigna, de los cuales, por lo tanto, no se conoce el origen primario.

En este contexto, investigadores del grupo de Recerca Biomédica en Melanoma del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR), con la colaboración del Servicio de Dermatología del hospital y del programa de Oncología Clínica del Vall d'Hebron Institut d'Oncologia (VHIO), han desarrollado un estudio para tratar de identificar esos aspectos del proceso que provocan la aparición del melanoma desconocidos hasta el momento.

Sucesos simultáneos

Cabe señalar que "muchos de estos tumores, en torno a la mitad, tienen una mutación, BRAFv600E, la cual no está relacionada con la radiación solar, sino que se produce de forma natural", señala el doctor Ángel Recio, jefe del grupo de Recerca Biomédica en Melanoma del VHIR y director del estudio, quien al respecto comenta que los seres humanos "crecemos, cambiamos la piel y eso significa que la célula se divide y producto de ello aparecen mutaciones que se producen por errores de copia del DNA".

Sin embargo, como indica el doctor, "contamos con mecanismos naturales para contrarrestar este daño que se genera para evitar que tengamos tumores constantemente y eso es lo que se conoce como mecanismos supresores de tumores". Por lo tanto, "cualquier tiene, de forma natural, esa mutación y no pasa nada, porque por sí misma no es capaz de desarrollar tumor".

Sin embargo, tal y como se ha podido observar en este estudio, "cuando coincide esa mutación con la irradiación, se bloquean los sistemas naturales supresores de tumores y eso hace que éstos no tengan capacidad de contrarrestar esta mutación, permitiendo así la proliferación descontrolada de células cancerosas y, a la larga, el desarrollo de melanoma sin pasar previamente por una lesión benigna o nevus", indica Recio.

De hecho, en este trabajo, los investigadores activaron el oncogen en modelos de ratones, a los que se les dio una sola dosis de irradiación a los dos días de nacer, y el 80% de ellos acabaron desarrollando un tumor, mientras que en aquellos ratones a los que no se les irradió, no apareció tumor.

Posibles dianas terapéuticas

Además, en el marco del mismo, estudiaron las proteínas implicadas en el proceso de desarrollo de las células cancerígenas y, por consiguiente, con influencia en los mecanismos del organismo para frenar la malignificación de las mismas e identificaron varias proteínas importantes para que ello suceda.

"Para que una célula cancerígena se desarrolle y progrese se han de activar varios procesos a la vez, ya que para que una célula se divida ha de copiar cada una de las cosas que tiene dentro, debe partirse por la mitad, ha de fabricar cosas...", constata el doctor, quien explica que, en el marco de este estudio, eliminaron varias proteínas para ver qué sucedía e "identificaron algunas sin las que la célula deja de crecer y muere, de manera que son importantes para que la célula sea tumoral"

"Ahora lo que estamos haciendo en colaboración con un grupo de la Universidad de Barcelona es tratar de desarrollar drogas con las que bloquear la actividad de estas proteínas que participan en este proceso de malignización y que además hemos identificado que están en otros tumores como páncreas o pulmón", explica Recio, quien al respecto comenta que el objetivo es "dotarnos de más herramientas para combatir el melanoma, porque no hay ninguna barita mágica que cure el cáncer por si sola".