Referente de la ilustración
John Howe, el hombre que transforma en imagen la palabra de J.R.R. Tolkien
El reconocido artista habla con LA RAZÓN de su labor ilustrando "El señor de los anillos"
El Comic Barcelona ya ha arrancado y ya están por aquí algunos de sus principales protagonistas. Uno de ellos es John Howe. Puede que no le suene su nombre, pero su trabajo sí. Él, desde hace casi cuarenta años, es el responsable de poner imágenes a las palabras de J.R.R. Tolkien, una labor nada fácil y que ha influido a muchos, por ejemplo a Peter Jackson en sus adaptaciones de “El señor de los anillos” y “El Hobbit”. El artista canadiense, desde 1976 residente en Francia y cuya obra publica en nuestro país Minotauro, tuvo con este diario la siguiente entrevista.
Usted participa en un certamen dedicado al cómic, pero su labor es de ilustrador. ¿Qué expectativa tiene?
Siento mucha curiosidad. Las características del evento son propias, aunque son diferentes en cada país. Vengo con muchas ganas y con mucha ilusión a ver a la gente que disfruta con mi obras. Son actos que suelen ser masivos, con muchas asistencia y lo paso bien, pero reconozco que no haría más que un par por año.
¿Es un reto o una dificultad poner imagen a la palabra de Tolkien?
Es un reto que, a su vez, entraña muchos retos. Ante un autor como él se siente un gran respeto hacia sus textos. Tolkien es un punto de contacto con una la experiencia única que conecta con muchísimos lectores. Lo que pasa es que en el momento de trabajar con él, hay que leer entre líneas y es entonces cuando encuentras lugares por los que puedes entrar. De esta manera puede incorporar lo que no escribe.
Pese a la fuerza del texto, ¿puede incorporar su propio estilo?
Sin duda, si no no tendría sentido mi trabajo. Cada ejercicio y cada acto de creatividad es resultado de un encuentro con el texto al que hay que responder con la creación. Es un encuentro interesante en el que puedo expresarme si hay algo que te toca por dentro. Puede entroncar con ilustrar con tus propias ideas. Cuando te provoca, cuando viene algo inesperado, el resultado es excitante.
¿Qué le ha aportado Tolkien?
Hace unos cuarenta años que trabajo en ese universo de forma intermitente. Siento que hay mucho por hacer. Me ha aportado una comprensión profunda de la cultura común, de la cultura compartida, de las muchas facetas que tiene esa obra. Tolkien tiene una capacidad de entroncar con temas tradicionales y le da al lector un asiento en primera fila. Genera una sensación única de contacto con aquel que lo lee.
¿Qué le parecen las secuelas y precuelas que estamos viendo basadas en el universo de Tolkien?
Vivimos en el siglo de Tolkien. Cada nueva revisión es una posibilidad de llevar a Tolkien a nuevos lectores. Creo que es algo bueno porque brinda una buena oportunidad de llevar sus obras de generación a generación. Así que cualquier intento de revisitar es una manera de reconectar de generación en generación. Por otro lado, pasa que viendo las películas o las series, hay muchos jóvenes que no lo han leído y que van a los libros. Así que celebro estos trabajos que se abren a un nuevo público.
¿Por dónde debería empezar el lector que se acerque por primera vez a todo este mundo?
Naturalmente los más jóvenes deberían empezar por “El Hobbit”. Los más mayores pueden hacerlo con “El señor de los anillos”. Pero mis libros favoritos son los que tratan de su obra.
Tolkien también dibujaba. ¿Qué le parece como artista?
Me parece un artista muy interesante. No puedo decir que su obra sea muy influyente para mi, pero era un escritor que de vez en cuando dibujaba y que de esta manera revela su creatividad. Las palabras no bastaban, necesitaba imagen. Pasa que hay muchos autores a los que no les gustan las imágenes y prefieren que los lectores sean quienes las creen, pero él de vez en cuando necesitaba también dibujar.
Fuera de Tolkien, ¿no le atraería enfrentarse, por ejemplo, con un texto como el de “Don Quijote de la Mancha”?
Esa es una pregunta muy española. Siento una gran fascinación por el trabajo que hizo en este terreno Segrelles. Me daría mucho reparo trabajar en esa historia magnífica.
Lo que no es habitual es que un autor español ilustre “El señor de los anillos”.
Bueno, es que Tolkien está muy ligado con el norte de Europa. Cuando llegué a Francia para estudiar arte, hace unos cuarenta años, nadie leía a Tolkien allí. Ahora es un gran fenómeno. Ahora es muy importante.