
Cataluña
Junqueras, el favorito para presidir ERC
Las candidaturas alternativas a Militància Decidim, especialmente la de los "roviristas", encaran el congreso del 30 de noviembre con el objetivo de frenar su reelección, pues consideran que el partido debe "renovarse" y alejarse de "liderazgos personalistas"

Las cuatro candidaturas que optan a liderar ERC en el congreso de noviembre de los republicanos, cada vez más definidas a la espera de conseguir los respectivos avales fijados por el partido, pretenden hacer de la carrera por la presidencia un todos contra Oriol Junqueras, el gran favorito para volver a tomar las riendas de la formación en un momento de absoluta debilidad para los independentistas. Militància Decidim, la plataforma del expresidente para pugnar por la reelección, fue la primera en anunciar su intención de presentarse al congreso del 30 de noviembre de la mano de la dimisión de Junqueras, que se produjo tras un nuevo varapalo electoral en los comicios europeos y después de perder la Generalitat en las autonómicas de mayo. En respuesta al liderazgo que pretende reeditar quien fuera vicepresidente de la Generalitat en 2017 y pagara en prisión las consecuencias del referéndum ilegal del 1 de octubre, varios importantes dirigentes de la formación, especialmente el sector más «joven», firmaron un manifiesto abogando por la «renovación» de la cúpula de ERC, un claro rechazo a la intención de Junqueras de seguir liderando el partido.
Tras la dimisión del expresidente y la renuncia del candidato a la Generalitat, Pere Aragonès, por entonces todavía al frente del ejecutivo, el desgobierno en ERC era total y absoluto, intensificándose esta crisis tras destaparse el escándalo de los carteles contra Maragall y la estructura paralela de la formación, que se ha dedicado durante años a llevar a cabo campañas de «falsa bandera». El antídoto de la cúpula del partido -ya en funciones, pues el congreso se convocó en junio- fue el regreso de Marta Rovira de Suiza al haberle sido aplicada la amnistía. La secretaria general volvió para asumir la responsabilidad de la formación durante estos meses y gozó del apoyo de los firmantes de aquel manifiesto contra Junqueras, motivo por el cual la candidatura Nova Esquerra Nacional, su proyecto, es considerada «rovirista» y «antijunquerista». La líder actual de ERC, pese a dar apoyo a esta candidatura, ha renunciado a seguir en la dirección después de varias decisiones cuestionadas desde amplios sectores del partido como el pacto de investidura firmado con los socialistas en agosto, que solo tuvo el apoyo de la mitad de la militancia republicana.
Los «roviristas», que presentaron a un desconocido Xavier Godàs como candidato a la presidencia de ERC el pasado jueves, han hecho de su candidatura «coral» el principal argumento de su campaña, rechazando el liderazgo «personalísimo» del que acusan a Junqueras. En esta línea, con caras «nuevas» como la exdiputada Alba Camps, candidata a la secretaría general, o la portavoz del partido desde hace meses Raquel Sans, la intención es ofrecer la imagen de «renovación» que consideran «necesita ERC después de un mal ciclo electoral y político». La exconsejera y diputada en el Congreso Teresa Jordà, no obstante, figura de peso en la candidatura, sería la candidata a la Generalitat de Nova Esquerra Nacional, que proponen incluir en los estatutos del partido que el presidente del mismo no pueda concurrir en listas.
Una tercera candidatura a tener en cuenta en este Congreso la canalizan los militantes del Col·lectiu Primer d’Octubre, el ala más radical de los republicanos en términos secesionistas. Este grupo criticó ampliamente a la actual cúpula «rovirista» por «ceder» ante el PSOE y el PSC; pero piensa que Junqueras hace «exactamente lo mismo». El candidato a la presidencia de ERC de este grupo de militantes es Xavier Martínez, que viene de la política municipal. La cuarta candidatura, Foc Nou, que también tiene como prioridad «renovar» el partido, está impulsada por el exconsejero Alfred Bosch. Sin perjuicio de que puedan terminar pactando entre ellos para desbancar a Junqueras en segunda vuelta, el expresidente parte como favorito: su capacidad de liderazgo y su despliegue territorial lo sitúan como el rival a batir por el resto de candidaturas. «Está amortizado», insisten los «roviristas». Las bases lo decidirán.
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