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Subasta

El libro más pequeño del mundo y otros tesoros de Gustavo Gili buscan nuevo dueño

Durán Subastas pone en venta nuevas joyas bibliográficas del célebre editor catalán

El pequeño libro de Picasso que sale a subasta Durán Subastas

El legado de Gustavo Gili, el bibliográfico, vuelve a ser el protagonista de una venta. Otra vez Durán Subastas ofrece algunas de las joyas librescas que el conocido editor guardó durante años en Barcelona, otra vez un patrimonio de primer orden que sale de la ciudad para no volver jamás. Una pena porque este conjunto nos explica una parte de la historia de la edición en la capital catalana.

Llama la atención que si bien el Museu Picasso compró hace pocos años todo lo que los Gili guardaban de Picasso, artista con el que trabajaron en ediciones espectaculares, como “La Tauromaquia”, en Durán encontramos un libro en miniatura llamado “Témperature”, con cuatro aguafuertes originales del artista malagueño, dedicado y firmado por este y por su esposa Jacqueline Roque, coautora del volumen del que solamente se editaron 28 ejemplares.

Otra sorpresa es el catálogo de la exposición que en 1964 se dedicó a la obra reciente en aquel momento de Joan Miró en la Sala Gaspar de Barcelona. No es un libro cualquiera porque Miró, que dedica y dibuja el volumen a Gili, se rodeó de firmas de primer orden para que hablaran de su trabajo, como Joan Brossa, Juan Eduardo Cirlot y Joan Perucho, entre otros.

En 1947, La Cometa, el sello de Gili, lanzó una cuidadísima edición de “Platero y yo”, el clásico de Juan Ramón Jiménez, encargando las ilustraciones a Josep Mompou el reto de traducir en imágenes las palabras del gran poeta y del que salió airoso. El que se subasta ahora es el ejemplar del editor quien no dudó en darlo a encuadernar a uno de los maestros del oficio como fue Brugalla. La particularidad del libro es que contiene, además de un poema manuscrito de Adriano del Valle, una fotografía original de Juan Ramón Jiménez dedicada a Gili.

La biblioteca de Gustavo Gili también contiene un ejemplar del libro más pequeño del mundo, una edición del Padrenuestro en siete idiomas, que mide 3,5 por 3,5 milímetros. Para que se hagan una idea es incluso más pequeño que una moneda de un céntimo por lo que, para hacer más fácil la lectura, se guarda el libro en un estuche de metacrilato que sirve como lupa.

Otra joya es un trabajo de 1644, “Le Catelogne Françoise”, una mirada diferente a Cataluña firmada por Pierre Bosc y donde, según se indica en su primera página, “se trata de los derechos que el Rey tiene sobre los Condados de Barcelona y de Rosellón; y sobre las otras Tierras del Principado de Cataluña”.

Hay libro que rompen moldes y se convierten hasta en obras de arte casi escultóricas. Es lo que ocurre con “Bodegón Nacional”, una obra de Equipo Crónica que editó Gustavo Gili en 1972, una carpeta desplegable firmada por el dúo artístico formado por Rafael Solbes y Manolo Valdés.

Hoy tendrá lugar la subasta en la sede madrileña de Durán. Hoy otro legado de Barcelona se perderá sin que ninguna institución haya hecho nada.