Libros

El nuevo fenómeno editorial que llegó de Irlanda

La escritora Caroline O’Donoghue presenta su novela «El factor Rachel»

Una imagen de la escritora irlandesa
Una imagen de la escritora irlandesaLibros del Asteroide

Quédense con este nombre, intenten memorizarlo cuando vayan a una librería porque dará que hablar. Hablamos de Caroline O’Donoghue quien acaba de publicar de la mano de Libros del Asteroide una divertida e inteligente novela titulada «El factor Rachel». Todo ello para contarnos una historia de juventud, de ese momento en el que nos adentramos en la edad adulta, a partir de la amistad entre una universitaria llamada Rachel y James, un chico de su edad homosexual que no ha salido del armario.

O’Donoghue, que visitó Barcelona para presentar su libro, explicó a este diario que lo que ha escrito «no es autobiográfico, ni memoria. Mucha gente lee ahora googleando sobre el autor, viendo qué encaja en la historia. Está inspirada en una historia real, tengo un amigo gay que vivía en Cork (Irlanda) como me pasó a mi. Pero si escribes sobre la amistad tienes que ir más allá, buscar esa parte de culebrón, de comedia de situación, pero con traiciones y abortos».

Aparentemente podría dar la falsa impresión que la autora irlandesa es partidario de que cualquier tiempo pasado fue mejor, con permiso de Manrique. Sin embargo, eso no forma parte de su ideario. Como ella misma comentó «es un poco extraño porque hay mucha gente que habla diciendo que mi novela tiene un planteamiento nostálgico, pero yo no lo soy, como dicen tanto mi marido como mis amigos. Imagínese que no sé ni dónde tengo las fotografías de mi boda. No me recreo en el pasado y sí soy partidaria de vivir el presente. Si hay una mirada al pasado es porque recordamos nuestras épocas más fáciles de la vida, no mirando esa burbuja de la pareja sino también contexto tiempo y época».

Esta es la primera incursión de Caroline O’Donoghue en la literatura para adultos tras triunfar en la dedicada a un público más juvenil, como ha demostrado en una trilogía titulada «Nuestros poderes ocultos». Al ser preguntada por lo que ha significado para ella cambiar de registro y dirigirse a otro tipo de lector, la narradora declaró que «esto es algo muy interesante porque me gusta escribir literatura juvenil y quiero seguir haciéndolo. Me planteo seguir escribiendo para adultos, pero el fantástico para jóvenes me apasiona. Es curioso porque los jóvenes quieren saberlo todo de los personajes: cómo se visten, cuál es su color de pelo... Hasta el menor de los detalles. Sin embargo, a los adultos les da igual eso. No les importa el detallismo. No necesitan tanta descripción».

La autora de «El factor Rachel» escribe sobre Irlanda desde la distancia de Londres. Su novela nos aporta una aguda y lúcida aproximación a su país, a su sociedad, aunque la escritora confesó que «existe una larga tradición de autores que hablan de Irlanda al marchar, aunque no lo digo para compararme con James Joyce. Hablo de la Irlanda de 2012, pero me sería más difícil escribir de la Irlanda de hoy porque no es en la que vivo, nunca he pagado una hipoteca allí, no tengo elementos propios de la vida adulta en mi país natal. Mis libros para jóvenes también los sitúo en Irlanda, pero allí ahora solamente voy a veces de visita».

La Irlanda que nos encontramos en el libro se espera de la mujeres, como contó O’Donoghue, que «sean sexys, pero no tenían ningún tipo de apoyo, por ejemplo, si se quedaban embarazadas. Vivíamos una cultura pop intensa mientras el país seguía siendo tradicional», algo que queda evidente con el tratamiento que se le daba a los homosexuales en aquellos años.

Por otro lado, «El factor Rachel» nació durante la pandemia cuando O’Donoghue debía enfrentarse a otro tipo de relato, especialmente vinculado a la tecnología con una mirada crítica. «En enero de 2022 me di cuenta que no podía acabarlo, que lo que estaba haciendo no podría defenderlo ante los periodistas. He leído muchos libros satíricos, con un punto de veneno que me parecen fantásticos. Eso es lo que quería hacer, pero no podía seguir con esa historia y me estaba deprimiendo. No creo que hubiera sido un éxito ni de ventas ni de crítica. Así que trabajar en otra nueva novela, como es esta, acabó siendo como un milagro», reflexionó.