Independentismo

Piden 7 años de cárcel para 4 independentistas por quemar contenedores y lanzar objetos a la Policía tras el referéndum ilegal

Al menos cuatro agentes de Mossos que se encontraban de paisano en la manifestación han identificado a uno de los jóvenes

Quema de contenedores
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La Fiscalía pide entre cuatro y siete años de cárcel a cuatro manifestantes que desde hoy juzga la Audiencia de Barcelona acusados de quemar contenedores y tirar objetos contra policías en una protesta el 19 de octubre de 2019 en contra de la sentencia a la cúpula del procés.

En la sección tercera de la Audiencia de Barcelona ha arrancado hoy el juicio en el que el ministerio público pide un máximo de siete años de cárcel para uno de los manifestantes, Mario R., que iba equipado con casco, un escudo con la bandera independentista y una barra de hierro, al que acusa de desórdenes públicos, daños por incendio y un delito leve de daños por incendiar contenedores y dañar una sucursal bancaria.

Para los otros tres jóvenes, la Fiscalía pide una condena de cuatro años de prisión por desórdenes públicos, argumentando que durante dicha manifestación lanzaron “piedras y objetos contundentes contra la línea policial”.

Durante el día de hoy han comparecido como testigos varios agentes de los Mossos d’Esquadra que participaron en el dispositivo, mientras que la declaración de los cuatro acusados tendrá lugar mañana.

Según el escrito del ministerio público, la manifestación comenzó en Marina con Gran Vía y fue en paseo de Sant Joan cuando los agentes detectaron que Mario R., “utilizando gas inflamable de un spray, quemó uno de los contenedores que se encontraban en la mitad de la calzada” para después seguir hasta plaza Urquinaona, donde daba indicaciones para que el resto de personas hiciesen barricadas y en un determinado momento golpeó con una barra de hierro un cajero de una entidad bancaria.

Al menos cuatro agentes de Mossos que se encontraban de paisano en la manifestación han identificado a este joven, señalando su apariencia “característica” al portar un escudo con una estelada, un casco, un palo metálico y botas militares y han coincidido en que le vieron prender fuego a un contenedor en paseo de Sant Joan, golpear con el palo la sucursal bancaria y animar al resto de manifestantes a realizar lanzamientos, con una actitud que uno de ellos ha descrito como llevando “la batuta a los que estaban detrás”.

Dos de esos mismos agentes han declarado que vieron como dos de los acusados, Carla y Manel, lanzaban objetos, aunque no pudieron identificar dónde impactaban. En el caso del tercer acusado, Roger, han detallado que pudieron observar como cogía piedras y las lanzaba.

Como testigo de una de las defensas ha declarado un joven que acudió con Roger a la manifestación y ha explicado que se concentraron ante la conselleria d’Interior, pero que cuando los agentes de policía realizaron una carga decidieron irse a un bar.

Después de eso, según su relato, intentaron tomar el metro en Urquinaona, que estaba cerrado, por lo que decidieron continuar andando, momento en el que Roger fue detenido.

A pesar de que los agentes han concretado únicamente la quema de un contenedor, que ubican en paseo de Sant Joan, el representante legal del Ayuntamiento de Barcelona ha reclamado 7.900 euros por los daños ocurridos en seis contenedores en diferentes calles ese mismo día que fueron quemados y tuvieron que ser sustituidos.