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Cantantes

Este es el pueblo de Barcelona en el que nació Aitana: su el altar de iglesia gótica fue pasto de las llamas

Está situado a tan solo 15 kilómetros de la Ciudad Condal

Aitana Ocaña Wikimedia Commons y elaboración propia

Aitana Ocaña Morales es una cantante, compositora y también actriz, de origen español. Su fama se dio a conocer en base a su participación en el programa de televisión 'Operación Triunfo', en el que participó en el 2017. Se consagró como finalista y quedó segunda, solo por detrás de Amaia Romero, representante de España en Eurovisión 2018; Aitana también fue candidata para acudir a este festival con su canción 'Lo malo', junto a Ana Guerra.

Entre sus principales hits se encuentran 'Mon Amour', 'Formentera' o 'Los Ángeles', aunque hace dos veranos también revolucionó a su público con 'Las Babys'. Todos estos temas han recibido el reconocimiento en varias listas de éxitos musicales, tanto en España como en países europeos y latinoamericanos. En el campo de la interpretación, fue protagonista de la serie 'La última', un drama que revela cómo es el sueño de una chica que quiere convertirse en estrella del pop. Entre sus principales galardones musicales se pueden destacar los siguientes: un Premio Ondas, un MTV Europe Music Awards como la mejor artista española, seis Premios Odeón y ocho premios Los 40 Music Awards, entre muchos otros.

Este es el pueblo de Barcelona de Aitana

Aunque este personaje público tiene mucha presencia en la capital española y son varios los que creen que es de origen madrileño, la realidad es que Aitana Ocaña nació en la provincia de Barcelona, concretamente en Sant Climent de Llobregat. Se sitúa a tan solo 15 kilómetros de la Ciudad Condal, justo entre Sant Boi y Viladecans, y forma parte del Baix Llobregat.

Como está estipulado en el Instituto de Estadística de Cataluña, la población de este territorio catalán consta de4.181 habitantes. Su ubicación geográfica lo sitúa en un valle que está rodeado de las montañas de Sant Ramon, Pedres Blanques, Coll de la Creu, Costa Fustera y el Padró. En la antigüedad, estos montes contaban con la presencia de las viñas, pero la proliferación de la filoxera tuvo como consecuencia la plantación y el desarrollo de cerezos, algo que en la actualidad es el producto por excelencia de Sant Climent de Llobregat.

Origen e historia: la presencia de los primeros habitantes en Sant Climent de Llobregat

Cuando los seres humanos se instalaron en este pueblo, lo hicieron en la cima del Montbaig, un pico que formaba parte de las montañas de Sant Ramon y del que se descubrió el yacimiento del poblado ibérico. Sin embargo, no fue hasta el siglo X, concretamente en el año 970, cuando se comenzó a hablar de Sant Climent de Llobregat como un pueblo.

Como no podía ser de otra forma, la actividad más destacada y que, por tanto, es la más típica, es el cultivo de cerezas. Una de las tradiciones del municipio es la de celebrar la 'Festa de les Cireres' (Fiesta de las Cerezas) el primer fin de semana de junio, donde se pueden conocer y adquirir los frutos de los estos cerezos tan característicos.

Lo que no te puedes perder de Sant Climent de Llobregat

Entre los principales lugares que se pueden visitar en su interior se encuentra el campanario de la primera iglesia que se construyó. Este elemento arquitectónico, que se mantiene todavía en gran estado, se caracteriza por ser de estilo románico. Durante la Guerra Civil, esta iglesia sufrió una serie de cambios, como por ejemplo el del incendio del altar barroco. A su vez, en la actualidad está instalado el Museo de herramientas del Payés, donde se puede ver una serie de utensilios del estilo del mobiliario de una cocina o enseres domésticos.

Por otro lado, la Creu de Querol es una gran cruz que delimita el territorio entre Torrelles de Llobregat y el pueblo en el que nació Aitana. En caso de visitarla, se podrá observar la tipografía que realizó San Francisco de Asís, donde plasmó sus sentimientos de admiración hacia el entorno de la naturaleza. Por último, el Camí Ral es una ruta vital que reunió una notable importancia durante la Edad Media. Ésta une el Baix Llobregat con el Penedès, lo que era una alternativa más rápida a la vía que conectaba las provincias de Barcelona con Tarragona. Hoy, se trata de un camino de más de cinco kilómetros que será ideal para aquellos senderistas que quieran tener las vistas de estas montañas de Cataluña.