Voto extranjero
Puigdemont avisa que Junts no cederá ante "presiones" ni "chantajes" por la investidura de Sánchez
El expresidente de la Generalitat reclama "prudencia" y "discreción" después de que el voto CERA obligue al PSOE a negociar su apoyo directo
Carles Puigdemont ha roto el silencio. No hablaba personalmente desde la noche de las elecciones generales, y lo ha vuelto a hacer este sábado y después de conocerse que Pedro Sánchez deberá buscar su apoyo directo tras los resultados del voto extranjero. El expresidente de la Generalitat, sabedor de que todos los focos apuntan hacia Waterloo, ha aprovechado para mandar dos avisos: ha advertido que Junts no cederá ante "presiones" ni "chantajes" por la investidura y ha insistido en la resolución del "conflicto con Cataluña" como única vía de negociación.
"Quien crea que ejerciendo presión o practicando directamente el chantaje político obtendrá algún beneficio táctico, se puede evitar el esfuerzo. Al menos en mi caso", ha apuntado el dirigente independentista este sábado por la tarde en un largo mensaje colgado en su cuenta de Twitter.
Puigdemont ha radiografiado el endiablado tablero actual y ha avisado que existen tres alternativas posibles: “O Junts vota que sí, o el PSOE acaba facilitando la investdura de Feijóo, o vamos a repetición electoral”.
“El actual presidente del Gobierno y candidato socialista a la reelección sólo podrá ser escogido si obtiene el voto afirmativo de una coalición muy amplia, incluidos los 7 votos de Junts”, ha desglosado. Así, subrayado que “si hace seis días el resultado electoral ya nos situó en el centro de la conversión”, con el recuento provisional del CERA “la posición aún ha quedado más contrastada”.
"En circunstancia similares, prefirieron repetir las elecciones. Por tanto, es necesario mantener la discreción y extremar la prudencia", ha advertido el dirigente posconvergente en referencia a una hipotética abstención socialista en una investidura del PP.
Y aquí, en este punto, ha puesto sobre la mesa sus exigencias. "Negociar los términos en los que debe acordarse la resolución de un conflicto como el que existe entre Cataluña y España". En concreto, Junts ha fijado el precio más alto posible a Pedro Sánchez a lo largo de estos días –amnistía y referéndum de independencia– y ha matizado que la primera de las exigencias debe ser global, para los 4.000 encausados del "procés" y no solo para casos particulares como el del mismo Carles Puigdemont.
Hecha la radiografía, el dirigente huido en Bélgica ha desgranado un particular memorial de agravios hacia él mismo, desde las detenciones en Alemania o Cerdeña hasta el caso Pegasus o, según sus palabras, "campañas de difamación asquerosas".
"Hay quien se puede hacer una ligera idea de qué efecto me puede causar el hecho de que digan que si Junts no vota a Pedro Sánchez me caerá el mundo encima y vagaré como un alma en pena", ha avisado después, dando a entender que no va a sucumbir a ninguna presión del PSOE o de Esquerra para votar a favor en una eventual investidura, y también que no teme a una hipotética repetición electoral.
Y en una críptica comparación, Puigdemont dice que tener la llave es "circunstancial". "Se impone no señalar el dedo en lugar de la luna: el dedo es tener la llave, la luna, un conflicto político muy serio y profundo", que exige "abordar de fondo".
Se revuelve también ante ERC
Se da la circunstancia de que justo este sábado la portavoz de ERC, Raquel Sans, ha explicado que su formación y Junts exploran "todos los escenarios con máxima generosidad y altura de miras" tras las elecciones generales del 23 de julio, y ha rechazado una repetición electoral.
Preguntada por si un pacto con Junts para la investidura de Sánchez podría suponer un eventual retorno de Junts al Govern, ha asegurado que "la voluntad de ERC es llegar a un entendimiento y todos los escenarios están abiertos", una manera de añadir presión a los posconvergentes para atar un frente común para la investidura.
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