Opinión

Defender a un personaje público

Para un abogado es fundamental una idea que debe tener muy clara, lo que digan los medios de comunicación no debe afectar para seguir una estrategia procesal

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Desde hace tiempo, y últimamente con más intensidad, los medios de comunicación están llenos de noticias relacionadas con el mundo judicial, opinadores de todo tipo con más o menos fortuna, aparecen en los medios sentando cátedra sobre cuestiones o bien estrictamente jurídicas, o que tienen connotaciones jurídicas. Por eso he pensado que quizás sería interesante trasmitir como se vive desde el punto de vista de un abogado, la defensa de alguien que tiene un carácter público, y sobre el que aparecen noticias de forma recurrente.

Dice un viejo refrán que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”, uno en la vida va aprendiendo, y fruto de ese aprendizaje adquiriendo experiencia para acabar diseñando la forma de actuar que le parece más conveniente, en mi caso por ejemplo, cuando llevaba juicios contra ETA, cada día por la mañana trataba ávidamente de hacerme con todos los periódicos para ver que ponía en las crónicas sobre lo acontecido en los juicios, al paso de los años cuando asumí la acusación en el juicio del 11M, mi actitud fue todo lo contrario, durante todo el juicio no leí ni un solo medio de comunicación.

Cada uno puede extraer sus conclusiones, pero para un abogado es fundamental una idea que debe tener muy clara, lo que digan los medios de comunicación no debe afectar para seguir una estrategia procesal.

Sucede muchas veces que la persona a la que estas representando que tiene familia, amigos, un trabajo, se siente lógicamente agobiado y presionado por lo que dicen los medios, y pide al abogado reaccionar frente a ello.

El ordenamiento jurídico establece dos limites a la crítica y a la libertad de expresión, en el orden civil, “La Ley Orgánica de mayo del 82 de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen”, y en el Código Penal regulando la Injuria y la Calumnia, pero eso hay que entenderlo junto a una amplia jurisprudencia favorable a la libertad de expresión, además existe “la Ley Orgánica de 1984 del Derecho de Rectificación”.

Así cuando una crítica es reiterada y el cliente quiere que se responda a la misma, el abogado puede tomar tres posturas:

1) Cerrarse en banda y limitarse exclusivamente a lo que es su función, la defensa jurídica.

2) Aparecer en los medios contradiciendo las informaciones que se dan.

3) Decirle a su cliente que sea él quien salga en los medios.

Respecto a la tercera opción por mi parte siempre aconsejo al cliente que nunca haga declaraciones, ni conceda entrevistas antes de haber declarado ante el juez, y le advierto que lo que diga en un medio, generalmente procesalmente no le va a favorecer. Respecto a responder o no a las publicaciones, por parte del abogado en la misma publicación, o en otra, depende muchas veces del caso concreto, pero siguiendo una regla básica, el abogado es solo eso, un abogado, es decir, alguien que sus opiniones deben estar siempre orientadas al ámbito estrictamente jurídico.

Hay además una regla básica en el trato con los periodistas, para mí una norma sagrada, entre profesionales podemos ayudarnos, un abogado no debe mentir nunca a un periodista, pero el periodista tiene que tener claro que el abogado le dirá aquella parte de verdad que favorezca a su cliente.

Dicho esto, no es fácil defender a personajes públicos