Muertes
Así se ha resuelto el misterio de la identidad de la 'mujer del cobertizo', quien apareció ahorcada en un gallinero de Gerona en 2018
Uno hombre descubrió un cuerpo sin vida a través de los ladridos de sus perros
El caso de 'la mujer del cobertizo' ha llegado a su fin gracias a las labores Interpol, quien ha conseguido descifrar la identidad con la que se correspondía la persona que murió en 2018 en Sant Julià de Ramis, Gerona. Se trata de Ainoha Izaga Ibieta Lima, una mujer de 33 años y de origen paraguayo que falleció en el interior de un gallinero entre el 3 y el 4 de agosto de ese mismo año.
¿Quién es la 'mujer del cobertizo'?
Desde la Organización Internacional de Policía Criminal, se la reconocía como una persona que medía 161 centímetros, con un cabello rubio, unos ojos de color castaño claro y de piel blanca. Los restos de la víctima fueron hallados poco tiempo después, el mismo 4 de agosto, en una nave situada próxima a la masía. Sin embargo, este caso fue un misterio para las autoridades ya que no se conocía ni su origen, ni tampoco había pruebas incriminatorias que pudieran vincular lo acontecido con otras personas. Fue entonces cuando se tomaron las huellas dactilares de Ainoha y ya se han podido contrastar los datos entre España y Paraguay, lo que determinó que el cadáver se correspondía con esta mujer, quien no poseía cuando falleció ningún documento de identidad.
En la fecha de su descubrimiento, la policía se encontró con una persona que se había ahorcado en un cobertizo (gallinero), el cual formaba parte de una vivienda de campo. Allí vivían tres personas pero ninguna de ellas conocían a la mujer ni tampoco la había visto antes. De hecho, nadie de la zona sabía de su existencia ni tampoco se encontró ningún vehículo en las proximidades. Es así que se determinó que fue un suicidio, aunque en la actualidad no se conocen con exactitud las razones por las que tomó esa decisión.
¿Cómo se descubrió a 'la mujer del cobertizo'?
El primero que supo de la existencia de este caso fue Manuel Mármol, quien describió la situación como un suceso traumático. Era un día normal para este hombre; salió del trabajo, comió y descansó echándose la siesta. Un rato después fue despertado por sus perros, quienes no paraban de ladrar. Mármol se alertó y fue hacia el lugar del que procedían estos ladridos. Sus pisadas lo llevaron hasta "el antiguo gallinero, que tenía la puerta medio abierta, y de reojo vi un cuerpo”, aseguró en la Cadena Ser años después.
Durante su muerte, la Interpol aseguró que vestía una camisa a rayas azules y blancas, unos pantalones vaqueros, unas zapatillas de deporte, unos calcetines de algodón, unas bragas con marcas florales y un sujetador gris. Además, tenía un tatuaje en su antebrazo izquierdo en el que ponía la palabra 'éxito' en hebreo; no llevaba ninguna joya cuando se la halló.
El programa 'Identify Me', la solución perfecta
Sin unos datos que fueran capaces de determinar un veredicto final, este caso quedó clausurado y la víctima quedó sin identificar, ya que la autopsia tampoco ofrecía que hubiesen pruebas que demostraran que fue un asesinato provocado. Lo cierto es que, tanto la Policía Nacional como los Mossos d'Esquadra no se rindieron y continuaron investigando lo ocurrido. Además, hace alrededor de medio año, la propia Interpol decidió cooperar en el misterio de 'la mujer del cobertizo'. Gracias al programa 'Identify Me', liderado por esta organización internacional, se pudo dar por finalizado un suceso que ha acarreado un total de unos seis años en las oficinas policiales.
Ese contraste entre las bases de datos de la policía de España y Paraguay han hecho que se pueda contactar con los familiares y enviar los restos del cuerpo a su país de procedencia. En 2012 Ainoha emigró a España y, ya en 2019, su hermano denunció la desaparición desde Paraguay.