Sociedad

Cambio climático

Los meteotsunamis y el cambio climático podrían sumergir Venecia para 2075

Según un estudio de la Unión de Europea de Geociencias estudia el posible futuro de Venecia y cómo predecir con suficiente premura el desborde de sus canales.

Escultura denominada “Soporte” creada por Lorenzo Quinn en el famoso Gran Canal de Venecia, para concienciar acerca del cambio climático. Fotografía de Hung Vuong Pham.
Escultura denominada “Soporte” creada por Lorenzo Quinn en el famoso Gran Canal de Venecia, para concienciar acerca del cambio climático. Fotografía de Hung Vuong Pham.Hung Vuong PhamCreative Commons

El nivel del mar lleva décadas subiendo y los expertos calculan que, desde 1900 ha subido entre 15 y 20 centímetros de media en todo el mundo. Bajo él se han hundido numerosas calas y, aunque algunos puedan verse tentados, no hay mucho que debatir sobre esto, pues ni siquiera se presenta como pronóstico, sino como crónica de lo que ya ha sido. Ahora bien, ¿qué nos hace pensar que tal subida pueda detenerse en los próximos años? La realidad es que el nivel relativo del mar sigue subiendo y, al parecer, cada vez más rápido. Según los análisis estratigráficos, la costa ha ido ascendiendo a 3,2 milímetros anuales durante los últimos 20 años, el doble de la velocidad a la que ha ascendido durante las últimas 8 décadas y muchísimo más acelerado que los 0,1 o 0,2 milímetros que ascendía al día a lo largo de los últimos tres milenios. El mar asciende y unos centímetros de diferencia puede suponer un cambio radical para algunas ciudades costeras, sin ir más lejos: Venecia.

Teniendo esto en cuenta, la ciudad de los canales peligra. Recientemente, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) presentó su último informe, donde plantean cuatro futuros posibles en función de cuánto seamos capaces de reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero durante las próximas décadas. Por un lado, cabe recordar que alcanzar las emisiones necesarias para entrar en el mejor escenario posible son prácticamente nulas. Por otro lado, el segundo mejor escenario sigue siendo bastante poco probable, pero más factible. Pues bien, cualquiera de estos posibles complicará la vida en ciudades como Venecia durante las próximas décadas y, según un nuevo estudio de la Unión de Geociencias Europeo, es posible que convenga cerrar permanentemente la laguna marítima en la que se ubica Venecia antes de 2075, de tal modo que se contenga el aumento del nivel del mar fuera de ella. No obstante, no toda la culpa parece provenir del nivel del mar.

Mejores previsiones

A pesar de lo evidente y de que, sin duda, es buena parte del problema, las inundaciones no dependen solo del aumento del nivel del mar. Hay otros fenómenos que pueden contribuir a que el nivel del mar aumente en determinadas costas. Precisamente esa variedad de factores y las complicadas formas en que interactúan entre sí son uno de los mayores retos a los que se enfrentan los meteorólogos y oceanógrafos. La realidad es que, con los cambios de estas últimas décadas, Venecia ha experimentado un número sorprendentemente alto de inundaciones y, de hecho, parece que no tiene pensado disminuir, sino todo lo contrario. Pero ¿qué nos depara el futuro?

Eso es lo que se preguntaron Piero Lionello, Georg Umgiesser y Davide Zanchettin y claro, la respuesta no fue sencilla. Los estudios más actualizados pronostican que, efectivamente, aumentará el número de las inundaciones y, por si fuera poco, la altura media del mar subirá, antes del 2100, entre 17 y 120 centímetros en la costa veneciana. No obstante, los propios investigadores insisten en que estas previsiones son, por ahora, mucho menos precisas de los que les gustaría. Reducir su margen de error, por lo tanto, no solo sería interesante para anticiparse a largo plazo a lo que el presente nos depara, sino que podría ser absolutamente determinante para mejorar el sistema Mose, un complejo de barreras que protege a Venecia del inclemente mar.

Meteotsunamis

Mose está actuando desde octubre de 2020 y cierra las tres entradas a la laguna a través del cordón de costa que la separa del mar Adriático. Ante una marea especialmente alta, Mose puede aislar la laguna, evitando que las calles de Venecia se llenen de agua. Por lo tanto, mejores previsiones podrían permitir que Mose se anticipara 4 o 6 horas a la mayoría de las crecidas, protegiendo mejor a la ciudad.

El mayor problema para todo esto es que, como decíamos, la propia subida del nivel del mar no es la única responsable de las inundaciones. Por ejemplo, los expertos hacen hincapié en los meteotsunamis, con olas más pequeñas y causantes de menos destrucción, peroigualmente peligrosos para la infraestructura y los seres vivos. Los meteotsunamis, a diferencia de los tsunamis normales provocados por movimientos de la superficie de la Tierra, se producen por una constelación de condiciones atmosféricas determinadas sobre una plataforma continental que se extiende mucho más allá de la costa, superficial y regularmente, siendo la costa veneciana un lugar especialmente propicio.

La atmósfera, el mar y las relaciones que guardan son realmente complejas y llenas de detalles, crear modelos capaces de predecir con precisión sus cambios es incluso más complejo que predecir el tiempo meteorológico. No obstante, sabemos que las ciudades más planas e integradas con sus costas corren un serio riesgo en los próximos años, durante los cuales no solo puede subir el nivel del mar, sino que esto erosione las infraestructuras, contribuyendo a hundirlas parcialmente bajo el agua. Conocer nuestro planeta en mayor detalle podría ser determinante para anticiparse.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Es frecuente escuchar voces críticas que acusan al IPCC de haber errado por mucho al calcular la subida del nivel del mar en un pasado. Concretamente, por haber dicho en 2001 que en 2020 no habría playas en el mediterráneo. Sin embargo, el IPCC nunca dijo tal cosa. Concretamente, preveía que el nivel del mar aumentaría entre 9 y 88 centímetros entre 1990 y 2100. Es más, en los pocos años que han pasado desde entonces, la costa ya ha subido 9,5 centímetros. Esto significa que el IPCC no solo estaba en lo cierto en cuanto a sus previsiones, sino que tal vez se quede corto llegado 2100.

REFERENCIAS (MLA):