
Astronomía
El astronauta Pablo Álvarez destaca en el MWC el potencial de la ESA en telecomunicaciones
La participación de la Agencia Espacial Europea en el Mobile World Congress servirá para dar a conocer los próximos proyectos de la agencia

El astronauta Pablo Álvarez ha visitado este lunes el congreso tecnológico MWC (Mobile World Congress), que se celebra del 3 al 6 de marzo en la Fira de Barcelona, para mostrar el potencial de la Agencia Espacial Europea (ESA) en el campo de las telecomunicaciones.
Durante su visita, Álvarez ha realizado una demostración de conectividad en tiempo real con el Centro Europeo de Astronautas, ubicado en Colonia (Alemania), utilizando la constelación de satélites OneWeb, una de las más grandes del mundo con cerca de 650 satélites en órbita.
"Allí contamos con un simulador de superficie lunar de unos 700 metros cuadrados, donde somos capaces de hacer experimentos análogos o desarrollar operaciones para futuras misiones en la Luna", ha explicado en una entrevista con EFE el ingeniero aeronáutico leonés.
El simulador es totalmente configurable y permite recrear un entorno lunar con rocas, pendientes, cráteres e incluso túneles de lava, proporcionando una experiencia altamente realista.
"Hemos demostrado nuestra capacidad de comunicación entre el control de emisión y un astronauta en la superficie", ha destacado Álvarez, quien se convertirá en el tercer astronauta español en viajar al espacio, tras Miguel López-Alegría y Pedro Duque.
La participación de la ESA en el MWC 2025, donde la inteligencia artificial y el despliegue del 5G son los grandes protagonistas, también servirá para dar a conocer los próximos proyectos de la agencia.
"Tenemos un programa que se llama 'Moonlight', con el que vamos a conseguir establecer comunicación continua y capacidad de geolocalización con la Luna. Vamos a hacer una especie de GPS lunar", ha indicado Álvarez.
Un ejemplo de cooperación internacional
El astronauta español, que se graduó en el Centro Europeo de Astronautas en 2022, formará parte de una misión en la Estación Espacial Internacional antes de 2030.
Su selección se produjo tras un riguroso proceso en el que la ESA evaluó a 22.500 candidatos, de los cuales solo cinco fueron elegidos como astronautas profesionales junto a una reserva de 12 compañeros, entre ellos la española Sara García.
Desde su incorporación a la ESA, Álvarez ha viajado por todo el mundo, colaborando con expertos de distintas nacionalidades.
"La Agencia Espacial Europea tiene 23 Estados miembros y, desde el primer día que trabajas allí, todos somos de distintos países europeos. Luego, en la Estación Espacial internacional colaboramos con países de todo el mundo", ha apuntado.
Para Álvarez, la Estación Espacial Internacional representa "un símbolo de cooperación internacional": "Es la máquina más compleja jamás construida por el ser humano. Son más de 300 toneladas que hemos conseguido poner en el espacio para hacer un laboratorio único en el mundo", ha remarcado.
En este sentido, ha recordado hitos históricos como el acoplamiento en 1975 entre una nave estadounidense Apolo y una nave soviética Soyuz en plena Guerra Fría.
"Era seguramente el momento de tensión geopolítica más fuerte que hemos tenido en la historia. Creo que es importante rescatar que ambos salieron al espacio en nombre de la humanidad", ha reflexionado Álvarez.
Cumpliendo un sueño
El camino de Álvarez hacia el espacio ha supuesto una transformación radical en su día a día que le obliga a mudarse constantemente. Ahora está viviendo en Colonia (Alemania), pero el año pasado estuvo en Texas (Estados Unidos) y en el futuro seguirá entrenando en otros lugares del mundo.
"Sabía dónde me metía antes de empezar. A veces me gustaría estar un poquito más en casa, pero estoy disfrutándolo muchísimo, es algo que me apasiona", ha afirmado con una gran sonrisa.
Cuenta que uno de los aspectos más gratificantes de su carrera es la posibilidad de "aprender constantemente", desde la mecánica orbital y derecho espacial hasta los entrenamientos de supervivencia y vuelos parabólicos: "Ah, ¡y he aprendido ruso!", ha añadido con entusiasmo el leonés de 36 años.
Junto con Sara García, son los dos únicos astronautas españoles en activo, un privilegio que asumen con orgullo: "Ser los únicos que tengan esta profesión en todo el país hace que haya muchos focos puestos en nosotros. Es el sueño de muchos niños e interactuar con ellos y ver la luz en sus ojos es genial. Lo llevamos con mucha responsabilidad", ha concluido Álvarez.
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