Levitación

Los científicos están a punto de dar caza a la materia oscura: lo harán levitando objetos

Un imán levitado podría revelar los secretos de la materia oscura que compone el universo invisible

Materia oscura
Representación artística del medio intergaláctico y la materia oscura (en rojo)Jack Madden, IllustrisTNG, Ralf Konietzka, Liam Connor/CfAJack Madden, IllustrisTNG, Ralf Konietzka, Liam Connor/CfA

La materia oscura sigue siendo uno de los enigmas más fascinantes de la física moderna. Esta misteriosa sustancia, que representa aproximadamente el 85% de toda la materia del universo, permanece invisible a nuestros instrumentos tradicionales.

Durante décadas, los científicos han desarrollado experimentos cada vez más sofisticados para detectar su presencia. Desde detectores subterráneos hasta aceleradores de partículas, la búsqueda ha explorado múltiples frentes sin resultados concluyentes.

Ahora, un equipo de investigadores ha adoptado un enfoque completamente novedoso y rompedor que podría cambiar las reglas del juego. Su método utiliza tecnología cuántica avanzada combinada con principios de levitación magnética.

Un imán flotante como cazador de partículas invisibles

Los físicos han desarrollado un experimento pionero que emplea un diminuto imán suspendido en el aire para rastrear señales de materia oscura ultraligera, según apuntan desde ScienceNews. Esta aproximación se basa en la teoría de que si la materia oscura está compuesta por partículas ultraligeras, debería comportarse como una onda capaz de generar perturbaciones sutiles en objetos magnéticos.

El dispositivo experimental, que recuerda visualmente a una lámpara de araña dorada, utiliza un imán con una masa inferior a un miligramo. Este objeto permanece suspendido dentro de un contenedor fabricado con material superconductor, eliminando cualquier resistencia eléctrica que pudiera interferir con las mediciones.

Christopher Tunnell, astrofísico de partículas en la Universidad Rice de Houston, lideró esta investigación junto a su equipo. El monitoreo del imán se realiza mediante un dispositivo cuántico SQUID, específicamente diseñado para detectar cambios microscópicos en campos magnéticos. Si la materia oscura ultraligera existiera e interactuara con la materia ordinaria a través de fuerzas desconocidas, las ondas resultantes habrían provocado vibraciones detectables en el imán levitado.

Aunque los resultados iniciales no mostraron evidencia de tales perturbaciones, los investigadores identificaron mejoras específicas que podrían incrementar dramáticamente la sensibilidad del experimento. La principal modificación consiste en utilizar un imán mucho más pesado, con una masa de varios cientos de miligramos en lugar del actual.

Curiosamente, la colaboración entre Tunnell y el físico Tjerk Oosterkamp de la Universidad de Leiden surgió durante una protesta climática, donde ambos científicos se conocieron. El experimento mejorado llevará el nombre POLONAISE, en honor a la danza polaca tradicional que ambos investigadores ejecutaron para mantenerse calientes durante aquella manifestación.