Ig Nobel
Comer sartenes adelgaza, a los lagartos les pirra la cuatro quesos y otras locuras premiadas con el Ig Nobel de 2025
La nueva gala de los Ig Nobel ha premiado investigaciones sobre el consumo de alcohol para hablar lenguas extranjeras, disfrazar vacas para protegerlas de los insectos y otras ocho “curiosidades”
Dicen que no hay preguntas estúpidas, pero eso es porque la ciencia ha decidido bautizarlas como “preguntas merecedoras de un Ig Nobel”. Estos galardones parodian los insignes premios Nobel que serán anunciados en menos de un mes y, durante los últimos años, han dado a conocer investigaciones que, según ellos, “primero nos hacen reír y luego nos hacen pensar”. Pero, para ser algo más preciso, las preguntas que respondían algunas de las investigaciones premiadas son las siguientes: ¿Podríamos hacer levitar una rana? ¿Se puede fabricar un cuchillo con excrementos congelados? o ¿Qué pasaría si una persona viviera como una cabra durante una semana? Tal vez no sea risa lo que despierten en nosotros, pero, desde luego, captan nuestra atención.
Los premiados en la gala de este año no han dejado indiferente a nadie y hablan de vacas disfrazadas de cebra, lagartos que prefieren la pizza cuatro quesos y cómo clavar la receta de pasta más viral del momento(una investigación que, de hecho, contamos aquí mismo hace unos meses). Porque, aunque las preguntas son algo absurdas, las respuestas pueden ser mucho más útiles de lo que imaginábamos.
Vacas disfrazadas de cebra
El premio Ig Nobel más sonado ha sido el de Biología y se lo ha llevado, en realidad, a una investigación de 2019 en la que científicos japoneses pintaron rayas blancas sobre la piel de varias vacas. La idea era disfrazarlas de cebras y comprobar si recibían menos picaduras de insectos.
Una idea que puede parecer peregrina, pero que en realidad se basa en estudios de 1981, los cuales ya habían demostrado que los tábanos evitaban las superficies rayadas. Desde entonces, otros investigadores habían experimentado disfrazando a caballos y estudiando el comportamiento de los insectos en grupos de cebras, pero la ciencia es caprichosa y es esta investigación la que ha cosechado el éxito.
Cuatro quesos con extra de teflón
Y, ya que hablamos de repelentes de insectos, parece apropiado hablar de reclamos de reptiles porque, el Ig Nobel de Nutrición ha premiado una investigación acerca del tipo de pizza preferido del Agama agama. El estudio no dejó lugar a la duda, los lagartos preferían la pizza cuatro quesos y, aunque no sabemos exactamente por qué, parece razonable suponer que algunos de sus compuestos más volátiles atraen la atención de estos reptiles.
¿Te apetece ahora una cuatro quesos? Si quieres resistirte a la tentación, puedes aceptar el consejo del premio de Química de este año, que ha descubierto que ingerir teflón que recubre las sartenes puede aumentar la sensación de saciedad reduciendo las calorías de la dieta. Para ello han introducido teflón en la dieta de unos ratones de laboratorio concluyendo que, en una proporción de 1 parte de teflón frente a tres de alimento normal parecía una buena estrategia. Ahora bien… esto es como gestionar el hambre bebiendo grandes cantidades de agua: una conducta peligrosa que apunta a problemas mayores. Así que aléjate de las dietas teflón y consulta a un especialista (a ser posible, sin Ig Nobel en su currículum).
Estudios de la leche
Por suerte, este 2025 los Ig Nobel han premiado otras dos investigaciones que sí puedes incorporar a tu dieta. Si eres un lactante capaz de leer estas líneas, es probable que te interese el premio de Pediatría, el cual, ha sido adjudicado a una investigación sobre el impacto del consumo de ajo en la leche materna. Al parecer, los lactantes de las madres que consumían ajo permanecían más tiempo succionando y extraían más leche. Un estudio que ha sido realizado en EE.UU., por lo que no podemos extraer ninguna conclusión sobre una afición innata a los ajos en nuestro país.
Ahora bien, si hace años que abandonaste la lactancia, el premio de Física es para ti. De hecho, es posible que lo leyeras en abril, cuando se publicó la investigación y logró abrirse paso hasta algunos titulares de la prensa internacional. Un grupo de investigadores ha descubierto una forma casi infalible de preparar una de las salsas más virales de la gastronomía italiana: el caccio e pepe. Tras su receta aparentemente sencilla, se esconde un caprichoso y estrecho rango de temperaturas, si excedes, pueden transformar tu salsa en un provolone pasado por agua.
Otro buen consejo
Sin embargo, es posible que no seas tanto de comer como de beber, pero esta entrega de los Ig Nobel también tiene noticias para ti. En primer lugar, el premio de la Paz ha demostrado lo que muchos llevaban décadas sospechando: que el alcohol ayuda a hablar idiomas extranjeros. O, al menos, a que los alemanes con pocos conocimientos de holandés pronuncien algo mejor. El estudio no aclara con seguridad si esta mejoría se debe a cuestiones específicas de la fonética del holandés o a la desinhibición que produce el alcohol, la cual, puede dejar que pensemos menos al hablar un idioma extranjero y nos acerquemos a la extraña espontaneidad con la que emergen las palabras en nuestra lengua materna. Porque, si te soy sincero, no tengo muy claro de dónde salen estas frases que estoy tecleando para ti, pero si tuviera que escribirte en francés tendría muy claro por qué elijo cada palabra.
No obstante, los premios Ig Nobel son responsables y no pretenden incentivar el consumo de bebidas alcohólicas. Motivo por el cual, han galardonado con el premio de Aviación a un unos investigadores que evaluaron el vuelo de los murciélagos antes y después de ingerir alcohol. ¿El resultado? No solo volaban peor, sino más lento. Esto nos lleva a dos conclusiones. La primera es evidente: si bebes no hagas nada donde tu vida dependa de las habilidades psicomotrices. La segunda: a diferencia de los humanos, los murciélagos entienden que no es buena idea correr si estás borracho.
Una crónica con garra
Pero premios Ig Nobel hay de todo tipo y el de Literatura lo ha ganado el ya fallecido William B. Bean. Y, si todavía no has leído ninguna de sus obras, es posible que no quieras empezar ahora. El texto galardonado ha sido un registro de la velocidad de crecimiento de sus uñas durante 35 años. Y, hablando de garras, un grupo de investigadores indios ha recibido el premio de Diseño e Ingeniería por analizar la relación entre el mal olor de los pies y la poca ventilación de los zapateros. La solución no parece sencilla, pero, al menos, han conseguido que hablemos de un problema de importancia mundial.
Diez premios muy merecidos (suponemos) que, a diferencia de otros años, no han ganado los 10 trillones de dólares de Zimbabue equivalentes a 40 céntimos. El premio de este año ha sido una toallita del baño y un estómago de plástico con dos caras, una sonriente y otra aparentemente enfadada. Un galardón que tal vez pueda parecer poco apetecible, pero que gana atractivo si nos ponemos en los zapatos de un científico en el (cada vez más) precario sistema académico.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Las opiniones del mundo académico sobre los premios Ig Nobel son realmente variadas y no todas son positivas. No obstante, hay algo en lo que la mayoría está de acuerdo, y es que popularmente se les da demasiada importancia a estos premios. Es más, incluso los premios Nobel tienen sus detractores por personificar en un puñado de sujetos los logros científicos que debemos a toda una comunidad de investigadores y becarios, muchos de los cuales, nunca serán reconocidos.
REFERENCIAS (MLA):
- “Past Ig Winners.” Improbable Research, Improbable.com, Improbable Research, https://improbable.com/ig/winners/.