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Elon Musk propone destruir la Estación Espacial Internacional en dos años
El magnate ha propuesto adelantar dos años la caída de la Estación Espacial Internacional para, en principio, acelerar la llegada a Marte
Hay noticias que sorprenden y otras que no tanto. A finales del año pasado, Donald Trump anunció que nombraría director del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental al magnate de los cohetes reutilizables, Elon Musk, y así ha sido. Su empresa, Space X, es la principal subcontrata de la NASA para el lanzamiento de misiones espaciales, como las que (en un futuro muy futuro) pretenderán llevarnos a Marte a bordo del cohete Starship. Asimismo, el presidente ha propuesto poner al frente de la NASA a Jared Isaacman, una de las manos derechas de Musk en Space X. Si a esto le sumamos que se preveía el fin de la Estación Espacial Internacional para el año 2030, lo que ha ocurrido parece previsible: Elon Musk ha propuesto “derribar” la Estación Espacial Internacional dos o tres años antes (en 2027) para invertir en el sueño marciano.
No es de extrañar que, en una legislatura que ya abandera la conquista marciana, el director ejecutivo de la empresa que está desarrollando el cohete para llevarnos a Marte, ostentando un cargo público con la función de modernizar las tecnologías federales y optimizar el gasto público, acabe barriendo para su casa. Sin embargo, esto no significa que la propuesta sea mala. Que puedan existir intereses personales es perfectamente compatible con que la decisión sea pertinente. Ahora bien… ¿lo es?
Cinco minutitos más
Para responder a esa pregunta debemos preguntarnos qué función cumple la Estación Espacial Internacional. Desde que fue puesta en órbita en 1998, ha simbolizado el esfuerzo conjunto de la humanidad para explorar el espacio. Lejos de ser el proyecto de una única superpotencia, la estación ha aunado a cinco agencias espaciales, algunas de países históricamente enfrentados, como EE. UU. y Rusia. Pero, aparte de un símbolo, ha sido el lugar idóneo para hacer investigación en el espacio. Las condiciones de microgravedad y su relativa accesibilidad la convierten en un laboratorio lleno de posibilidades para investigar los efectos que tiene el espacio en los seres vivos. De hecho, durante estos años ha hospedado más de 3000 investigaciones.
Por otro lado, tener una infraestructura así a 400 kilómetros sobre nuestras cabezas ofrece posibilidades logísticas claves para la exploración espacial. No obstante, el mantenimiento de una estación espacial así no es un gasto superfluo y el coste de mantenerla empieza a pesar frente a la alternativa de construir una nueva. Y, de hecho, el director general de Roscosmos (la NASA rusa), Yuri Borísov, ya anunció en 2022 que “los rusos abandonarán la Estación Espacial Internacional a partir de 2024”.
Tras negociaciones acaloradas y con la Guerra de Ucrania en los titulares, las agencias espaciales acordaron esperar y mantener la Estación Espacial Internacional activa hasta 2030 para, en 2031, remolcarla hasta un lugar segundo desde el que dejar que caiga en el océano Pacífico. Adelantar unos años su caída puede no parecer tan dramático, pero compromete misiones e investigaciones que llevan años de desarrollo a sus espaldas. ¿Por qué un volantazo tan repentino? Dos años pueden ser determinantes para culminar el trabajo invertido en esos proyectos. Sin embargo, no parece tan conflictivo que los primeros astronautas lleguen a Marte en 2042 en lugar de 2040 (siendo optimistas).
Una nueva y flamante estación
La estación espacial internacional no es un capricho y hará falta una sustituta para cuando deje de operar. Una nueva estación espacial que, posiblemente, sea construida por una empresa privada. De hecho, hace años que Lockheed Martin y Space X suenan como posibilidades. ¿Podría beneficiarse Space X de que se adelante el fin de la Estación Espacial Internacional? A priori, mientras Trump siga contando con Musk e Isaacman, Space X gozará de una posición ventajosa para negociar estas posibles subcontratas. A la legislatura Trump terminará antes de que alcancemos el 2030, por lo que dos años pueden ser mucho más significativos aquí que en la carrera marciana.
En cualquier caso, por mucho poder que tenga Elon Musk, no puede tomar unilateralmente una decisión como esta. Habrá que ver si la propuesta prospera y qué acogida recibe por parte del sector aeroespacial.
QUE NO TE LA CUELEN:
- A raíz del ascenso de Trump al poder los aficionados han puesto en entredicho el futuro de las misiones Artemis para volver a poner humanos en la Luna. Sin embargo, tras las declaraciones en las que Trump señalaba a Jared Isaacman como próximo director de la NASA, Bill Nelson (el actual), tuvo una conversación con Isaacman y, a pesar de que no se ha filtrado el contenido de la conversación, Nelson no parece especialmente preocupado por la continuidad de las misiones Artemis.
REFERENCIAS (MLA):
- Wall, Mike. "The ISS Should Be Deorbited 'As Soon as Possible,' Elon Musk Says: 'Let's Go to Mars'." Space.com, 20 Feb. 2025, www.space.com/elon-musk-iss-deorbit-mars.html. Accessed 21 Feb. 2025.
- “Nanoracks, Voyager Space, And Lockheed Martin Teaming To Develop Commercial Space Station”. Media - Lockheed Martin, 2022, https://news.lockheedmartin.com/news-releases?item=129118.
- “NASA Provides Updated International Space Station Transition Plan”. NASA, 2022, https://www.nasa.gov/feature/nasa-provides-updated-international-space-station-transition-plan.