
Espacio
Encuentran océanos de agua líquida bajo la superficie de Marte
Insight ha recogido datos sísmicos que apuntan a la existencia de grandes masas de rocas ígneas empapadas de agua por todo el planeta
La noticia no es que haya agua en Marte, es cuánta hay. Los resultados recogidos por la sonda Insight parecen compatibles con verdaderos océanos de agua líquida bajo la superficie marciana. Agua atrapada en las diminutas cavidades de las rocas ígneas que forman la corteza del planeta, como si fueran porosas esponjas de piedra. Una corteza húmeda que se extiende por todo Marte y sobraría para llenar océanos en la superficie planetaria. Esa es la noticia que acaba de publicarse en la prestigiosa revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Y, aunque suena realmente prometedora, tenemos que entender cómo de seguros están los científicos acerca de estos resultados.
Porque, aunque la ciencia sea la forma más garantista de obtener conocimiento, no es infalible y, muchas veces, avanza por aproximación, acortando poco a poco la distancia entre sus afirmaciones y la realidad. Puede que dentro de unos años descubramos que, en realidad, los resultados del Insight no indicaban la presencia de agua subterránea. La pregunta es: ¿cómo de seguros estamos? Y, por suerte, la respuesta es que bastante. Y, para comprenderlo, empecemos hablando de martemotos.
Terremotos con un nombre espacial
Los martemotos no son otra cosa que terremotos acaecidos en Marte. Lo cierto es que la palabra cuenta con mejor acogida en la prensa que en las universidades. A partir de ahora los llamaremos terremotos, para simplificar. Aunque Marte parezca un planeta muerto, todavía está agonizando. Su interior no se ha enfriado del todo y ruge de vez en cuando con temblores que han llegado a alcanzar la magnitud 5. Pues bien, más allá de una curiosidad digna del Trivial, que haya terremotos en Marte es una gran noticia para quienes se dedican a investigar sus profundidades.
En la Tierra los geólogos llevan muchos años aprovechando los terremotos como si fueran ecografías del planeta. Sabemos que las ondas sísmicas son compresiones de los materiales que atraviesan y que no se propagan a la misma velocidad por todos los materiales, igual que ocurre con las ondas de sonido de una ecografía cuando atraviesan el vientre de una embarazada, cambiando su forma de propagarse a medida que pasan por tejidos de diferentes densidades. Así es como conocemos la estructura interna de nuestro planeta, su núcleo, su manto y las discontinuidades que hay entre ellos. Pues bien: la sonda Insight ha estado años registrando terremotos en Marte y esa información es oro.
La ecografía marciana
Gracias a esos datos sísmicos marcianos, los científicos han logrado revelar multitud de detalles sobre el interior de nuestro vecino rojo. Así es como, ahora conocemos el grosor de la corteza, a qué profundidad está su núcleo, de qué está compuesto e incluso cuál es la temperatura de su manto. Este es el contexto en el que se da la noticia. Investigadores de la Universidad de California – San Diego y California – Berkeley han tomado los datos registrados por Insight y los han introducido en un modelo matemático creado a partir de lo que sabemos sobre cómo se comportan estas ondas sísmicas al atravesar rocas de distinta composición.
Dicho de forma sencilla: para que los números encajen las rocas han de estar empapadas en agua, formando esa estructura porosa de la que hablábamos antes. No es la única explicación, pero parece la más plausible. No olvidemos que hay infinidad de pruebas acerca del pasado hídrico de Marte, cuando estaba cubierto por mares y los ríos bajaban por sus laderas. De hecho, todavía hay grandes casquetes de agua helada en sus polos que podemos ver desde el espacio. Es más… esta hipótesis explicaría a dónde fue parte de toda esa agua, pues la pérdida de campo magnético y de la profundidad de la atmósfera marciana no explica que su superficie se haya secado tanto.
Vida en el subsuelo
Y, por supuesto, donde hay agua suele haber esperanza para la vida. Cabe la posibilidad de que, en su momento, Marte estuviera cubierto de vida, aunque fuera como microorganismos relativamente sencillos. Al perder la protección que le proporcionaba su magnetosfera y la atmósfera, la superficie se volvió hostil, seca y bañada por radiación peligrosa. El subsuelo ofrecía temperaturas más estables, menos radiación y, por lo que parece haber revelado Insight, agua en cantidades.
Sus océanos desaparecieron hace 3.000 millones de años y no sabemos a ciencia cierta si alguna vez albergaron vida, pero, dentro de la gran incertidumbre con la que trabajamos, hoy es algo más probable que, si estuvo habitado, algunos microorganismos hayan sobrevivido en su porosa corteza media, a 15.000 kilómetros de profundidad. Porque sí, la corteza media, que es la que está empapada, se encuentra a una profundidad de entre 11,5 y 20 kilómetros bajo la superficie. En la Tierra es complicado obtener núcleos de 1 kilómetro de profundidad, para cuánto menos de 12 y, encima en un planeta alienígena como Marte. Así que, incluso si hay vida allí abajo, habrá que esperar mucho, mucho tiempo, antes de que podamos comprobarlo.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Hay motivos para pensar que parte del agua que llenaba los océanos marcianos sigue en alguna parte del planeta, bajo tierra. Sin embargo, esa afirmación puede ser cierta y que Insight esté equivocada. Hemos de tener presente que, aunque parezca poco probable, el supuesto agua almacenada en su corteza media podría ser otra cosa y que el líquido que perdieron sus océanos esté en otro lugar, tal vez más profundo, quizá en regiones concretas del subsuelo.
REFERENCIAS (MLA):
- "Liquid Water in the Martian Mid-Crust." Proceedings of the National Academy of Sciences, doi:10.1073/pnas.2409983121.
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