Espacio

La Luna está llena de perlas... ¡de agua!

Han descubierto agua en la luna (otra vez), pero ahora es diferente

Luna
LunaPoncianoPixabay

De acuerdo, tal vez nuestro satélite no esté hecho de queso, como les cuentan a los niños americanos, pero tampoco es una roca árida y aburrida. La Luna es otro mundo sobre nuestro mundo y, en ella, hay todo tipo de relieves naturales: cráteres, cordilleras, volcanes e, incluso, agua. Porque sí, en la Luna hay agua y no estamos ante un nuevo descubrimiento. Es algo que sabemos desde hace bastante tiempo, que nuestro satélite está hidratado. De hecho, la prensa se hace eco de vez en cuando de artículos científicos que estudian el agua en la Luna y sus particularidades, aunque suelen ser titulados como algo así: Científicos encuentran agua en la Luna. Si somos sinceros, la noticia no es esa, lo realmente importante es cómo está esa agua que han encontrado y ese es el caso, porque en uno de los últimos estudios en sobre este tema han encontrado agua en forma de perlas.

Podemos llamarles perlas, pero nada tienen que ver con ellas y su estructura por capas de nácar. Todo lo que tienen en común es su forma, por lo que bien podríamos haberlas llamado esferas, cuentas, glóbulos, etc. Más allá de la curiosidad, parece que estas perlas son la clave de que la Luna conserve agua a pesar de toda la que pierde al cosmos. Porque su falta de atmósfera hace que el agua líquida se escape con mayor facilidad. Pero, antes que nada, vayamos por partes, porque hay mucho que explicar antes de centrarnos en las perlas. La primera pregunta es, tal vez: ¿Cómo es que hay agua en la Luna?

Un cachito de Tierra

La respuesta, si queremos empezar por el final, es que, en realidad, la Tierra se formó a partir de nuestro planeta y, por lo tanto, tiene lógica que tengan composiciones parecidas y que, entre ellas, esté el agua. Si queremos la respuesta más larga, tendremos que empezar diciendo que, en realidad, no sabemos con certeza cómo se formó la Luna, pero una de las principales hipótesis plantea que hace 4500 millones de años, un primitivo planeta a medio formar (un protoplaneta), chocó con nosotros. Ha sido bautizado como Tea por la titánide griega del mismo nombre, posiblemente como una alusión a su considerable tamaño, comparado normalmente con Marte, por lo que rondaría los 6.779 kilómetros de diámetro. Aquella colisión hizo que salieran despedidos fragmentos de nuestro planeta y del propio Tea que, con el tiempo, terminarían agregándose en un cuerpo en una órbita estable en torno a nosotros, una compañera planetaria a la que bautizaríamos como Luna.

Si esta hipótesis fuera correcta, podríamos asumir que ese es el origen del agua en la Luna o, al menos, de la mayoría. Porque aparte de esa agua primordial que pudiera haber en los discos planetarios, también puede haber llegado en forma de cometas y (tal vez) de asteroides, chocando contra su superficie y salpicándola un poco con esa humedad espacial. Sea de un modo, de otro o de los dos, ya nos hacemos unas ideas bastante aproximadas de cómo llego el agua a la Luna, pero eso no es todo, como decíamos, hay otra gran incógnita.

Un equilibrio extraño

Lo normal sería que el agua de la Luna, sin atmósfera y con tan poca gravedad, se perdiera en el espacio, evaporada. ¿Por qué no ocurre esto? Las perlas pueden ser la respuesta, porque significa que parte del agua que hay en la Luna se encuentra de una manera en que no puede escapar al espacio. Estas perlas de vidrio se forman por el impacto de asteroides y podrían ser un depósito de agua que, desde las profundidades, ayudara a rehidratar la superficie cuando esta se seca. Sabemos que el agua superficial de la Luna sigue ciclos diurnos y nocturnos, así que cabe preguntarse cómo se vuelven a recuperar tras deshidratarse y la respuesta podría estar aquí, en estos reservorios en vidrio.

Hemos exagerado bastante aquello de que la Tierra es el planeta azul, la verdad. Porque lo es en cuanto a que no conocemos otros planetas ni satélites con tantos océanos de agua líquida en su superficie. El problema es que hemos querido entender que el agua es algo exclusivo de nuestro hogar, y eso no es cierto. El agua en el universo no es excepcional, no es motivo de noticia, simplemente es. Está formada por hidrógeno y oxígeno, dos de los elementos más frecuentes del cosmos. ¿Cómo no iba a estar presente?

QUE NO TE LA CUELEN:

  • El ciclo del agua en la Luna todavía se desconoce bastante, pero gracias a investigaciones como estas empezamos a conocer a los actores que participan de ello.

REFERENCIAS (MLA):