Astronomía
La mariposa que explica el origen de la Tierra
Pistas sobre cómo pudieron formarse mundos como la Tierra se han encontrado enterradas en el corazón de una espectacular "mariposa cósmica".
En 1994, el músico argentino Fito Paez, afirmaba en su canción Mariposas technicolor que “Todos giran y giran, todos bajo el sol, se proyecta la vida, mariposa technicolor”. Un anticipo poético de lo que un equipo de científicos descubriría sobre el origen de nuestro planeta y el giro infinito de las estrellas.
Con la ayuda del Telescopio Espacial James Webb, un equipo de científicos liderados por Mikako Matsuura, afirma haber dado un gran paso adelante en nuestra comprensión de cómo se forma la materia prima de los planetas rocosos.
Durante décadas los científicos han estudiado el polvo cósmico (diminutas partículas de minerales y materia orgánica que incluyen ingredientes vinculados al origen de la vida) presente en el núcleo de la Nebulosa de la Mariposa, NGC 6302, ubicada a unos 3400 años luz de distancia, en la constelación de Escorpio.
Las observaciones del Webb revelan numerosos descubrimientos que dibujan un retrato nunca visto de una nebulosa planetaria dinámica y estructurada. Los resultados se han publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. La mayor parte del polvo cósmico tiene una estructura atómica amorfa, o aleatoria, como las cenizas. Sin embargo, una parte presenta hermosas formas cristalinas, parecidas a diminutas piedras preciosas.
“Durante años, los científicos han debatido cómo se forma el polvo cósmico en el espacio. Pero ahora, con la ayuda del potente Telescopio Espacial James Webb (TEJW), es posible que finalmente tengamos una visión más clara - afirma Matsuura -. Pudimos observar tanto gemas frías formadas en zonas tranquilas y duraderas como mugre ardiente creada en partes violentas y de rápido movimiento del espacio, todo dentro de un solo objeto”.
Este descubrimiento es un gran paso adelante en la comprensión de cómo se unen los materiales básicos de los planetas. La estrella central de la Nebulosa de la Mariposa es una de las estrellas centrales más calientes conocidas en una nebulosa planetaria de nuestra galaxia, con una temperatura de más de 200.000 ºC.
Este “motor estelar” es responsable del brillo de la nebulosa, pero toda su potencia podría canalizarse por la densa banda de gas polvoriento que la rodea: el toro, un cuerpo geométrico con un agujero en el centro, similar a una rosquilla.
Los nuevos datos del TEJW muestran que el toro está compuesto de silicatos cristalinos como el cuarzo, así como de granos de polvo de forma irregular. Los granos de polvo tienen tamaños del orden de una millonésima de metro (grandes, considerando el tamaño habitual del polvo cósmico), lo que indica que han estado creciendo durante mucho tiempo.
Fuera del toro, la emisión de diferentes átomos y las moléculas adquieren una estructura multicapa. Los iones (átomos con carga eléctrica) que requieren mayor cantidad de energía para formarse se concentran cerca del centro, mientras que los que requieren menos energía se encuentran más lejos de la estrella central.
Curiosamente, el equipo de Matsuura también detectó luz emitida por moléculas basadas en carbono conocidas como hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Estos forman estructuras planas, similares a los panales de abejas que se encuentran en las colmenas.
En la Tierra, a menudo encontramos HAP en el humo de fogatas, escapes de automóviles o tostadas quemadas. Dada la ubicación de los HAP, el equipo de investigación sospecha que estas moléculas se forman cuando una "burbuja" de viento de la estrella central irrumpe en el gas que la rodea.