Antropología
La mitad de las personas vivas en el planeta, vienen de este pueblo
Un equipo de genetistas ha rastreado el origen de más de 4.000 millones de personas analizando muestras de más de 100 sitios en Europa. Y ha llegado hasta esta aldea.
Es sin duda uno de los mayores enigmas de la historia de la humanidad. O lo era hasta hace poco. Durante siglos, los expertos han intentado desenrollar el ovillo hasta llegar a la cuna de los indoeuropeos, aquel antiguo pueblo que fue la semilla de la familia de lenguas más grande del mundo, hablada actualmente por más del 40% de la humanidad.
Ahora, gracias a un estudio liderado por David Reich, genetista de la Facultad de Medicina de Harvard que se especializa en el estudio de poblaciones antiguas, tenemos una respuesta al enigma. De acuerdo con los resultados, publicados en Nature, estos pioneros lingüísticos vivieron dentro de las fronteras de la actual Rusia durante el Eneolítico o Edad del Cobre, hace unos 6.500 años. Luego se extendieron desde las praderas esteparias a lo largo del bajo río Volga hasta las estribaciones septentrionales de las montañas del Cáucaso. Y tuvieron un nombre: eran conocidos como el pueblo Yamnaya.
“Es la primera vez que tenemos un cuadro genético que unifica todas las lenguas indoeuropeas”, explica el coautor Iosif Lazaridis. Estos pastores nómadas históricos son conocidos por ser probablemente los primeros en pastorear a caballo y por ser los primeros en adoptar, si no los inventores, de los carros tirados por bueyes.
“Renovaron la población de Europa con enorme influencia en Alemania, España, Italia y Hungría – afirma Reich -. En Gran Bretaña, por ejemplo, hubo un reemplazo de población de más del 90% en cuestión de décadas”.
De este modo, el estudio señala a los viajeros Yamnaya el haber llevado las lenguas indoeuropeas a través de Europa y al subcontinente indio. Su influencia también se hizo visible en huellas genéticas en Grecia, Armenia, India y China.
“Es como un tinte trazador – añade Reich -. De hecho, se puede ver la ascendencia Yamnaya en todas partes donde llegaron estas lenguas”.
Pero los investigadores encontraron un problema en la línea Yamnaya en la península de Anatolia, donde se hablaba un conjunto extinto de lenguas indoeuropeas durante la Edad del Bronce. Los lingüistas habían creído durante mucho tiempo que representan una división temprana del protoindoeuropeo. Fue entonces cuando la genética llegó en su auxilio.
“Sabemos por las tablillas cuneiformes que gente como los hititas hablaban anatolia, pero esa gente no tenía ascendencia la lengua yamna - explica Reich -. Buscamos mucho, con muchos datos. No encontramos nada. Así que planteamos la hipótesis de que alguna población más profunda era la fuente última de las lenguas indoeuropeas”.
El trabajo descubre nuevos vínculos entre esa gente y tanto los yamnaya como los antiguos hablantes indoanatolianos que habitaban una zona que ahora es parte de Turquía. Los hallazgos indican que el pueblo del Bajo Volga del Cáucaso se mezcló prodigiosamente con otros grupos de la región.
“El lugar donde se está produciendo lo peor de la lucha en este momento es la patria yamna – concluye el coautor David Anthony -. Los análisis de ADN nos permitieron descubrir que los yamna descienden de unos pocos miles de personas que vivían en un puñado de aldeas vecinas hace entre 5.700 y 5.300 años. Sus descendientes desarrollaron una economía radicalmente nueva que les permitió seguir a sus rebaños de ganado hacia tierras esteparias abiertas que antes eran inaccesibles. Esto provocó una explosión demográfica, de modo que en unos pocos cientos de años los descendientes de los yamna se contaban por decenas de miles y se extendieron desde Hungría hasta el este de China”.
La aldea ucraniana Mykhailivka, ahora bajo ocupación rusa, fue señalada como la cuna genética de los Yamnaya. Desde allí explotaron a través de Eurasia, difundiendo sus genes y su forma de vida desde Portugal hasta Mongolia. Esta expansión, dicen los arqueólogos y genetistas, define gran parte del patrimonio genético y cultural del mundo hasta el día de hoy.