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Flojo comienzo del Festival de Gijón

“A White, White Day”, de Hlynur Palmason y “Blanco en blanco”, de Théo Court, no convencen

Blanco en blanco
Blanco en blancolarazonBlanco en blanco

Vamos con el horror de las dos primeras películas a concurso. Primero, "A White, White Day", del director y guionista Hlynur Palmason. El comienzo del filme es un plano fijo sobre dos casas en una llanura islandesa de la que se ve muy poco. Es invierno, luego primavera, verano... otra vez invierno, otra vez lo mismo y otra vez la misma cosa. A eso hay que añadir que esta película obtuvo el premio a la mejor interpretación en la Semana de la Crítica de Cannes. Tenemos aquí a un policía que es abuelo de una niña y en un vídeo comprueba que su mujer le ha engañado. Desgraciadamente, aburre pero bien y el director ha sido capaz de decir que el amor puede ser más frío que la muerte...

Otro filme a concurso ha sido "Blanco en blanco", de Théo Court, largometraje chileno que es una coproducción de varios países, entre ellos, España. Filmado a base de planos generales aburridísimos con un personaje misterioso que nunca vemos y un fotógrafo que va haciendo instantáneas de la pandilla de asesinos, liderada por ese misterioso personaje que no vemos, que les tiene prohibido que maten a mujeres o niños, solo indígenas varones. Cansa y aburre.

Mientras tanto, continúa la burocracia, pero es una burocracia en todas las secciones de este festival. Pongo un ejemplo: en todos los certámenes de cine del mundo los periodistas entran con su acreditación de Prensa, aquí no. Con esa acreditación te dan todas las entradas de las sesiones del festival, pero en otro sitio solo te dan entradas para el día siguiente, cosa que no ocurre en ningún otro festival de cine, ya que para acceder a las sesiones se hace exclusivamente con la acreditación de Prensa.

Si empezaron con telefilmes y luego han venido estas dos películas, ¿qué nos espera hasta el final del Festival?