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Tribunales

Condenan a un año y medio a una policía por robar a dos compañeras

Alegó que quería gastarles una broma y que nunca empleó la fuerza para abrir las taquillas

Una agente de la Policía Local de Valencia
Una agente de la Policía Local de ValenciaKIKE TABERNER

La Audiencia de Castellón ha confirmado la sentencia que condena a una agente de la Policía Local de Castellón a una pena de un año y seis meses de prisión por haber robado joyas y dinero de dos compañeras en las taquillas de los vestuarios femeninos de las dependencias policiales.

Según la sentencia de la Sección Segunda, hecha pública por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat, la procesada, "guiada por ánimo lucrativo ilícito”, estaba el 17 de septiembre de 2015 en las dependencias del vestuario femenino de la central de la Policía Local de Castelló y se dirigió a la taquilla asignada a una compañera que tenía la llave en la cerradura. Abrió la taquilla y se apoderó de un anillo de plata tasado en 49 euros y de 30 euros en metálico y fue a la taquilla de otra compañera y “tras violentar su cerradura” se apoderó de una pulsera de oro tasada en 139,79 euros y de 80 euros en metálico.

El fallo de la sentencia apelada condenaba a la acusada por un delito de robo con fuerza en las cosas a una pena de un año y seis meses de prisión y a pagar a las compañeras que robó en la cantidad en la que estaba tasado lo sustraído, además de 60 euros al Ayuntamiento por los daños en una de las taquillas.

La procesada recurrió la sentencia de primera instancia alegando de que no tenía intención de robar a sus compañeras, sino que quería gastarles una broma y que nunca empleó la fuerza para abrir las taquillas.

Sin embargo la Sección Segunda estima que existe “prueba apta y suficiente, no solo sobre la participación de la acusada, sino también sobre un elemento determinante de la calificación de la sustracción como delito de robo, por la fuerza empleada en la taquilla de una de sus compañeras”. Y explica que en una de las puertas, que tenía la llave puesta, se considera que no empleó la fuerza y se trató de un hurto, pero la segunda sí que fue forzada, tal y como manifestó la compañera y además “las imágenes muestran con claridad que la acusada utilizó algún artilugio para manipular ambas cerraduras”.

Por ello se desestima el recurso de apelación interpuesto por la procesada y se confirma la pena de un año y seis meses de prisión, a indemnizar a sus compañeras con lo sustraído y al consistorio por los daños en la taquilla, además de a las costas procesales.