Sociedad

Restaurada la emblemática escalera gótica del Palau de la Generalitat

Los trabajos han durado dos meses y han contado con un presupuesto de 39.000 euros

Imagen de la escalera del Palau de la Generalitat valenciana restaurada
Imagen de la escalera del Palau de la Generalitat valenciana restauradaLa RazónPresidencia de la Generalitat

Los trabajos de restauración de la escalera gótica del Palau de la Generalitat, que han durado dos meses y han contado con un presupuesto de 39.000 euros, han finalizado ya y han permitido dejar a la vista elementos singulares de esta pieza arquitectónica emblemática de la sede del Gobierno valenciano.

Así, se han recuperado unas flores talladas sobre la piedra a modo de remate superior de pequeñas pilastras, un elemento iconográfico de rosas que hasta ahora no habían visto en piedra gótica, según ha explicado la restauradora Sofía Martínez Hurtado, integrante del equipo técnico de profesionales de la arquitectura y de la restauración del patrimonio que se ha encargado de estos trabajos.

Las labores de restauración se han centrado en eliminar un grueso estrato de componente graso y ambiental que se había solidificado y cubría totalmente la piedra caliza, ocasionando problemas de transpiración a la escalera, según explica este viernes la Generalitat.

Martínez ha señalado que ha sido necesario realizar una limpieza metódica “con extremo cuidado para no dañar el material original”, que es un tipo de piedra caliza, denominada biocalcarenita, muy porosa y con muchas hendiduras por las que penetra la suciedad, además de absorber en exceso la humedad ambiental.

“Ha sido un trabajo muy laborioso, en el que hemos utilizado sistemas de limpieza que no dañasen la piedra”, ha destacado la restauradora, quien ha asegurado que, en todo momento, se ha intentado mantener “una ligera pátina del tiempo” para que la escalera “no perdiese su solera ni su alma y dialogase con el resto del edificio”.

La restauración de la escalera gótica del Palau de la Generalitat, además de sacar a la luz detalles ornamentales singulares, ha desvelado algunos datos sobre su construcción.

Inicialmente la escalera del Palau fue construida por Pere Compte, pero posteriormente, en el año 1511, fue reemplazada por la de Joan Corbera, quien labró la piedra hasta conseguir una baranda tallada de pináculos y molduras, que dejan a la vista los nervios de la obra.

El arquitecto Josep Martí, integrante del equipo técnico encargado de la recuperación de la escalera, ha destacado que esta presenta una desviación y que probablemente se deba los sucesivos montajes y desmontajes a lo largo de su historia.

Entre las principales características de esta joya del gótico flamígero destaca su doble curvatura y una superficie cónica, “que no es un arco ni tiene forma circular”, afirma Martí.

Asimismo, los trabajos de restauración han desvelado que durante su probable montaje y desmontaje en los años veinte “surgieron errores de ejecución, como muestran sus cimientos, que tuvieron que ser reforzados”, añade el arquitecto.

Esta actuación se suma a los trabajos de restauración del patrimonio arquitectónico y cultural de los valencianos con los que la Generalitat pretende recuperar el legado histórico de la Comunitat Valenciana para que pueda ser admirado y disfrutado por toda la ciudadanía.

Entre estos trabajos de recuperación del patrimonio destaca el mural cubista de José Ventó, realizado en 1951 y ubicado en el Palau de la Generalitat, cuya restauración, a cargo del Institut Valencià de Conservació, Retauració i Investigació (Ivacor), ha devuelto el esplendor a estas pinturas, que reflejan escenas del Tratado del Consolat del Mar.

Otra intervención realizada este año por la Generalitat es la limpieza de las paredes del patio gótico del Palau con la ayuda de tecnología láser, un sistema novedoso y más sostenible que otras técnicas, que permite un saneamiento selectivo y poco invasivo de la superficie.

También se ha promovido la restauración del artesonado de la sala Vella del Palau de la Generalitat, una obra que destaca por su policromía, realizada con oro bruñido, así como por la decoración con motivos vegetales y geométricos.

Cada casetón del artesonado está formado por cuatro piezas ensambladas a inglete con forma cuadrada y las secciones de las molduras están compuestas por modelos simples, como el cuarto de círculo o bocel, el caveto y la media caña.