Sociedad

Kairo, el macho de beluga del Oceanogràfic, muere a los 60 años

Llegó al acuario de Valencia hace 20 años y era el padre de Kylu, la primera cría nacida en Europa

Kairo, el macho de beluga del Oceanogràfic Valencia
Kairo, el macho de beluga del Oceanogràfic ValenciaOCEANOGRÀFICOCEANOGRÀFIC

“Nos entristece comunicar que esta madrugada ha muerto Kairo, nuestro macho de beluga de más de 60 años que vivía con nosotros en el Oceanogràfic de la Ciutat de les Arts i les Ciències de València y que llegó hace 20 años procedente del acuario del Mar de Plata de Argentina”, han informado hoy desde el acuario valenciano.

Kairo era el padre de Kylu. El nacimiento de esta cría, el 15 de noviembre de 2016, fue un gran acontecimiento ya que se convirtió en la primera y única cría de beluga nacida en Europa.

Los cuidadores y veterinarios han ido atendiendo y tratando al animal cuando ha sido necesario durante todos estos años y afirman que últimamente Kairo había mostrado algunos síntomas ya propios de un ejemplar de tan avanzada edad.

En este tiempo, el equipo de profesionales del Oceanogràfic se ha volcado especialmente en la salud y bienestar de Kairo, llevando a cabo todos los procedimientos veterinarios y ejecutando las pruebas médicas pertinentes para conocer y monitorizar a fondo su estado de salud.

Durante el día de hoy se llevará a cabo la necropsia en la Universidad CEU – Cardenal Herrera que permitirá conocer con más detalle las causas de la muerte.

Kairo ha sido, sin lugar a duda, un gran embajador de su especie en todo el mundo y su pérdida es muy triste tanto para los visitantes como para el personal de todo el Oceanogràfic, especialmente el equipo de cuidadores que tan estrechamente ha estado y compartido tanto tiempo con él durante todos estos años.

La existencia de Kairo ha sido todo un regalo para los millones de personas que han visitado el Oceanogràfic, quienes han podido ver de cerca una especie tan emblemática y majestuosa como es la beluga y han podido conocer la problemática de esta especie que habita en el Ártico.

Pero, sobre todo, también ha sido una oportunidad para que investigadores, estudiantes, veterinarios y la comunidad científica de todos los rincones del mundo lograran llevar a cabo varios programas de investigación y conservación con esta especie que, de otro modo, no se podrían haber ejecutado en mar abierto.