Una semana después de que el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, presentara en Les Corts su propuesta de reforma fiscal para el próximo año, sus socios de Gobierno, Compromís, se han reunido esta tarde para acabar de perfilar las medidas que aportarán a dicho planteamiento. El punto más novedoso es, sin duda, la creación de un nuevo impuesto al lujo, que pretende impedir una “trampa muy habitual” entre las “familias más adineradas” que consiste en poner a nombre de la empresa bienes de lujo que son de uso particular como “coches de alta gama, jets privados, yates u obras de arte que tienen en sus palacetes del centro de Valencia”.

Así lo ha explicado el coportavoz de la formación Alberto Ibáñez (Iniciativa), quien ha señalado que el debate no debe centrarse tanto en bajar el IRPF a las rentas más bajas, sino en conseguir que “paguen los que más tienen”. En este sentido, ha indicado que “en un gobierno de coalición la codecisión es fundamental” y “no hay una propuesta de una de las partes sobre el resto”. De hecho, dice, la propuesta de Compromís sigue más la línea del Gobierno central que la del propio PSPV.

Por ello, señala que si durante la negociación de los Presupuestos “queda claro” que la redistribución de la riqueza deberá ser “coherente” y que no solamente paguen menos las rentas más bajas sino que paguen más los que más tienen, “habrá acuerdo”.

Por su parte, la coportavoz Águeda Micó ha explicado que la formación ha establecido el posicionamiento que mantendrá en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, que estará basado, una vez más, en la reforma del sistema de financiación autonómica y en una mayor inversión en las infraestructuras de la Comunidad Valenciana.

Por último, el tercer coportavoz, Juan Ponce, ha insistido en que se deben garantizar los servicios públicos así como una transición ecológica justa. Ha remarcado el mensaje de Ibáñez de que deben ser aquellos que acumulan más riqueza los que realicen una mayor aportación de ingresos en el año 2023.