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Vehículos

Los aranceles de Trump al automóvil ponen en peligro los motores Ford hechos en Almussafes

La Comunitat no exporta coches acabados, pero sí motores, árboles de transmisión y piezas de vehículos, además de la incertidumbre en Europa

Coches en una campa en Valencia MOVUSEUROPAPRESS

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sumido a la industria del automóvil en una incertidumbre total con el anuncio del 25% de aranceles. Este 2 de abril comenzará la nueva tasa a los vehículos ligeros (automóviles, furgonetas y camiones ligeros) y a los principales componentes (motores, transmisiones, componentes eléctricos, entre otros) que pone en riesgo todo el sector al ser el mayor importador.

En España, el impacto será menor que en otros países europeos como Alemania, al no haber exportaciones de vehículos acabados allí. Así es también en la Comunitat Valenciana, que no exporta ni un solo coche acabado a Estados Unidos.

Ahora, el impacto sí será en los componentes y en la Comunitat el principal afectado será la planta de Ford en Almussafes. Según un informe de Cámara Valencia, el principal impacto será sobre motores y árboles de transmisión. El mercado estadounidense había perdido peso en ambos, pero aún así es muy relevante. En el caso de los motores, en 2024 la Comunitat Valenciana exportó un total de 539 millones de euros, la gran mayoría desde la planta de Ford. Si sumamos a Mexico y Canadá a Estados Unidos suponen un 70% de las exportaciones, y teniendo en cuenta el posible impacto en estos dos países también de las exigencias del Tratado de Libre Comercio para quedar exentos del arancel (certificar un mínimo de contenido estadounidense).

En cuanto a árboles de transmisión supusieron 49 millones de euros el año pasado y más de un tercio de las piezas fueron a Estados Unidos. Las partes de los coches hechos en la Comunitat supusieron hasta 540 millones de euros en 2024, siendo Estados Unidos el tercer mercado, con un peso del 7,4% del total, con una caída pronunciada comparada con dos años atrás, cuando era el doble. Los dos principales clientes son las empresas automovilísticas de Alemania y Francia, que reciben el 30% de las exportaciones valencianas de este producto.

La incertidumbre europea

El problema no se queda solo en las exportaciones a Estados Unidos. La industria europea del automóvil es el principal cliente de la industria valenciana de componentes. Si países como Alemania, Reino Unido o Francia se ven afectados, pueden reducir las importaciones de empresas valencianas.

Los aranceles anunciados, por su amplitud y magnitud, suponen una importante distorsión de una de las principales industrias a nivel mundial, que se caracteriza por ser una de las que posee las cadenas de suministro más globalizadas. Por tanto, la onda expansiva se notará en muchos países, fabricantes y no fabricantes. Todas estas distorsiones dentro de la cadena de valor mundial tendrán como consecuencia un aumento de los costes de fabricación, aumento del precio final, e incidencias en las decisiones de inversión de las grandes multinacionales.

Además, esta medida se produce en un momento en el que la industria europea del automóvil se haya en una fase crítica y de transición hacia el vehículo eléctrico. Estos cambios deben de ser aprovechados por la industria automovilística europea, con el apoyo público, para reforzar la inversión en innovación, tecnología y eficiencia, que permita al producto europeo competir a nivel mundial.