Agricultura
El grave efecto de la dana de julio en el campo valenciano: al menos 25 millones en pérdidas y 6.000 hectáreas afectadas
La merma ha sido especialmente dura con la naranja Clemenules, así como en frutas como melón, sandía y aguacate
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y La Unió, las dos asociaciones agrarias más importantes de la Comunitat Valenciana, han estimado que la dana de este sábado de julio que dejó lluvias, viento y granizo en Castellón y Valencia ha provocado entre 25 y 29 millones de euros en pérdidas económicas al afectar a entre 6.000 y 8.000 hectáreas de cultivo.
Las comarcas más afectadas fueron La Plana Baixa (en términos como Nules, La Vilavella, Les Alqueries, Burriana, Moncofa, la Vall d’Uixò, Eslida y Artana), el Camp de Morvedre (sobre todo los pueblos que conforman Les Valls), el Alto Palancia (Almedíjar, Soneja y Sot de Ferrer, entre otros) y Los Serranos (Titaguas y Alpuente).
Especialmente en estas dos primeras áreas, los daños se cebaron en los cítricos (sobre todo la variedad más predominante, la Clemenules), con unas 5.000 hectáreas afectadas, así como las hortalizas (estamos en plena campaña de melón y sandía), aguacates (constituye la principal zona productora de este cultivo en la Comunitat Valenciana), almendros, olivos, viñas y cereales (en avanzada fase de recolección).
Además de piedra, el viento provocó perjuicios al arrancar árboles, ha informado la organización agraria.
El grado de afección del pedrisco superó en muchas parcelas el 30-50 % de los frutos. En el caso de los cítricos, los árboles sufrieron más daños en la mitad de la copa que mira al oeste, es decir, a las montañas de donde procedía el temporal.
Debido a la enorme presencia de clemenules en la zona damnificada, AVA-ASAJA teme una merma importantísima de esta variedad que condicionará la comercialización en la primera mitad de la campaña citrícola y acentuará el interés de los operadores comerciales por garantizarse un suministro suficiente antes del inicio de la temporada.
AVA-ASAJA contabiliza en lo que llevamos de año más de ocho tormentas con un destacado impacto de granizo, las cuales han provocado más de 65 millones de euros en pérdidas al sector agrario.
Por ello, la asociación presidida por Cristóbal Aguado solicita a las administraciones el establecimiento de ayudas directas, reparto de fungicidas y medidas fiscales destinadas a los productores damnificados, así como mejoras en los seguros agrarios. En este sentido, AVA-ASAJA recuerda que reivindicó en la Comisión Territorial de Seguros Agrarios una revisión del condicionado de las normas de peritación de todos los cultivos para cubrir las pérdidas reales en producción.
Por su parte, La Unió solicita ayudas destinadas a las personas titulares de las explotaciones agrícolas y ganaderas que hayan sufrido pérdidas superiores al 30% de su producción (con póliza en vigor); y para los cultivos afectados donde no tiene implantación el seguro agrario, como es el caso de hortalizas, olivar y almendro. Además, la organización propone al Ministerio de Agricultura que no se apliquen las franquicias en los seguros agrarios por los daños extraordinarios causados por temporales y otras situaciones catastróficas.
Esta organización solicita la condonación del IBI de las parcelas cultivadas y construcciones presentes en ellas compensando a los ayuntamientos por la pérdida de ingresos a través de los Presupuestos Generales del Estado; junto a la bonificación al 50 % de las cuotas de la Seguridad Social con el aplazamiento del otro 50% por 12 meses para autónomos agrarios del Sistema Especial.
A su vez, solicita reducir índice de rendimiento neto en el IRPF para producciones con daños superiores al 30%, e incrementar al 20% los gastos de difícil justificación para agricultores en los regímenes de estimación objetiva y directa.
Otras de las medidas que reclama La Unió es el establecimiento de líneas de crédito preferenciales a cinco años, con un año de carencia y bonificación total de los intereses, destinado a explotaciones agrarias afectadas por siniestros con daños superiores al 30 %; así como el reparto gratuito y urgente de productos fungicidas y cicatrizantes para evitar la aparición de hongos en los campos afectados.