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Arte

La obra de arte perdida del valenciano que fue pintor de cámara de Fernando VII

Hallan un cuadro inédito de Miguel Parra, una pieza que le llevó a ingresar en la Real Academia de San Carlos y acceder posteriormente a la Corte

La obra sobre el "Encuentro del Ángel con Agar e Ismael", de Miguel Parra La Razón

Un hallazgo «feliz». Un misterio resuelto que arroja luz a la figura de un pintor valenciano, Miguel Parra Abril (Valencia, 1780 - Madrid, 1846), genial artista que dedicó parte de su producción pictórica a las naturalezas muertas y los retratos, y que llegó a ser pintor de cámara de los reyes Fernando VII e Isabel II.

En la actualidad, la figura del pintor valenciano, consumado especialista a nivel internacional en la temática floral, está alcanzando mayor visibilidad e importancia en los últimos tiempos por el avance en los estudios del artista y por la identificación de su producción pictórica. Ahora, además, suma un misterio resuelto: la aparición de una genial pintura, alejada de la producción creativa por la que era más conocido, dentro de una colección particular y que es da buena cuenta de su genialidad al ser la pieza que le hizo ingresar en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos. La obra, que se creía perdida, ve la luz y, con ella, la posibilidad de reivindicar con mayor fuerza a un pintor valenciano muy relevante.

El exconservador del Museo de Bellas Artes de Valencia, José Gómez Frechina, ha identificado en una colección particular un lienzo con el tema del «Encuentro del Ángel con Agar e Ismael», que se creía perdido, y que le valió al pintor valenciano su nombramiento como Académico de Mérito por la Pintura en la Real Academia de San Carlos de Valencia en agosto de 1811. En la documentación de la Academia de San Carlos, según señala el estudioso, aparece registrado en el Inventario General de pintura de la Academia (1797-1821) en el asiento 115: «Agar es avisada por un ángel del sitio donde se hallará agua con que socorrer a su hijo Ismael, que se hallaba a punto de expirar de sed. Quadro pintado por D. Miguel Parra por cuya obra se le nombró Académico de mérito en 9 de Agosto de 1811».

El lienzo describe «un pasaje bíblico del Génesis que recoge como Agar y su hijo Ismael tras ser echados de la casa de Abraham vagaron por el desierto de Beerseba hasta quedar sin agua y ser atendidos por un ángel», asegura el experto. Gómez Frechina señala en este lienzo inédito de Miguel Parra «los débitos formales con su cuñado Vicente López, inspirándose en la disposición del ángel sobre una nube en el que dispuso Vicente López en el ‘Sueño de San José’, de 1805 conservado en el Museo Nacional del Prado».

«La feliz reaparición de este lienzo histórico de Miguel Parra aporta con su testimonio material nueva luz sobre los avatares y devenir de la Real Academia de San Carlos poco antes de la entrada del mariscal Suchet con las tropas francesas en la ciudad de Valencia en 1812», cuenta el historiador.

Miguel Parra inició su formación en la Sala de Principios de la Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia a los trece años participando en los Concursos Generales de 1795, 1798 y 1801. Pronto sobresalió por su pericia y creatividad dentro de la Escuela valenciana de Flores, cuyo origen fue la Sala de Flores, Ornatos y otros diseños adecuados para los Tejidos que empezó su andadura en la Real Academia de San Carlos de Valencia en 1778. Parra contó entre sus maestros a Benito Espinós Navarro (Valencia, 1748-1818).