Urbanismo
El PAI del Grao de Valencia alargará el jardín del Turia hacia el mar con solo un 14 por ciento de terreno edificable
El nuevo barrio de la ciudad tendrá 3.204 nuevas viviendas de las que 780 serán protegidas
El Ayuntamiento de Valencia ha presentado hoy el PAI del Grao por el que se urbanizará tanto la prolongación de la avenida de Francia como de la Alameda hacia el mar, así como el Jardín del Turia. La intervención supondrá la puesta en valor de una de las bolsas de suelo de la ciudad de Valencia, que hoy ocupa el abandonado circuito de Fórmula Uno y otros solares sin uso en su mayoría. La actuación se desarrollará sobre una superficie de 380.000 metros cuadrados de los que 160.000 metros cuadrados serán zona verde que supondrá una nueva fase del cauce viejo del Turia que lo acerque hacia su salida natural hacia el mar, hoy ocupada por el hormigón del Puerto de Valencia.
El PAI del Grao supondrá además el mayor proyecto urbanístico de vivienda residencial que se ha realizado en la ciudad de Valencia, en palabras del arquitecto José María Tomás. se construirán 3.204 viviendas de las que 2.420 serán de residencial libre; 534, de protección pública y 250 de residencial dotacional. Además, habrá 95.000 metros cuadrados de suelo terciario que abre una oportunidad para completar el "hub" tecnológico que ya se extiende por la Marina y La Harinera.
También tendrá 45.000 metros cuadrados de equipamientos públicos para la instalación de servicios municipales. Con esta distribución, la superficie edificable es del 14 por ciento, la más baja de la ciudad de Valencia. Además, habrá tres kilómetros de carril bici bajo arbolado.
El diseño del proyecto no renuncia al soterramiento de las vías de Serrería, y de hecho, los promotores aportan 5,9 millones de euros a este proyecto que debe desarrollar el Gobierno central. De hecho, la vías se salvarán ahora mismo con un "viaducto suave" en la avenida de Francia, que será el único acceso que tendrá el tráfico rodado, así como dos pasarelas peatonales. Habrá previsto mayor infraestructura para salvar esta "cicatriz ferroviaria" hubiera supuesto una renuncia tácita a su soterramiento, algo a lo que el Ayuntamiento no accede de ninguna de las maneras, como han reiterado tanto la alcaldesa de Valencia, María José Catalá como el edil de Urbanismo, Juan Giner.
Catalá ha mostrado su deseo de que el desarrollo del proyecto, cuya reurbanización no comenzará ante de dos años, "sea ágil y veamos cumplido el sueño de ver la ciudad conectada con el mar". Como ha recordado, el equipo de Gobierno anterior "acumulaba maquetas pero poca máquina sobre el terreno" y ha denunciado que la división absoluta entre el área de Movilidad y la de Urbanismo del gobierno de Ribó atascaba los proyectos. Esta es una de las cuestiones que se han solucionado en este mandato y de hecho, los dos titulares de estas áreas, Jesús Carbonell y Juan Giner estaban presentes en la presentación.
La alcaldesa también ha destacado la colaboración público-privada que ha hecho posible este proyecto y que era algo de lo que también abominaba el gobierno municipal que dirigía Joan Ribó.
Y ha hecho hincapié en numerosas ocasiones en la necesidad de soterrar las vías de Serrería: "el ministro me lo ha dicho en dos ocasiones, entiendo que ahora está muy ocupado en los problemas por los que atraviesa el Ejecutivo, pero esto es vital".
Además, la obra incluye la construcción de dos depósitos de tormentas de seis mil metros cúbicos cada uno para poder afrontar las lluvias torrenciales que se prevén cada vez más frecuentes. A la vez, habrá pozos para extraer aguas del nivel freático y utilizarlas para regar. Una agua que, en parte, vuelve a dicho nivel freático.
La tipología de la construcción será la de torres y no de manzanas, lo que aumenta la calidad de vida, según ha explicado el arquitecto Tomás al tener luz y ventilación por los cuatro costados, y el máximo de altura, que se irá reduciendo conforme se acerquen el mar, será de 42 plantas.
El programa será ahora chequeado por servicios municipales (ha habido una gran coordinación entre Movilidad y Urbanismo) y habrá exposición al público y luego aprobación definitiva y se iniciará la reparcelación y luego las obras de urbanización previa a la construcción. Dichas obras de reurbanización no comenzarán antes de 24 meses.
El nuevo barrio se configura a partir de tres supermanzanas, y en una de ella se alzará una gran torre de uso terciario o de servicios. el proyecto aprovecha todo lo que se puede de lo que fue el circuito de Fórmula 1, sobre todo la urbanización y el alumbrado de la zona. Respecto a los asentamientos chabolistas de la zona, la alcaldesa Catalá explicó que se está haciendo "cirugía social" pero que en muchas ocasiones los propios interesados no aceptan la ayuda del Ayuntamiento: "no solo consiste en una solución habitacional y de alimentos, se les ofrece una actuación integral, pero no siempre se acepta y requiere su tiempo".
La Guardia Civil se muda de Cantarranas
El histórico -y deteriorado- cuartel de Cantarranas queda de lleno en la zona del PAI por lo que será trasladado. Esta circunstancia es conocida y asumida con agrado por la Guardia Civil, según manifestaron fuentes municipales, que podrá construir una nuevo acuartelamiento con los ingresos por el suelo que ahora ocupan.