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Seis meses después de la dana: la patronal del metal valenciano exige planes claros de emergencia
Hasta 40 entidades de ingeniería, construcción, aguas presentan una batería de 13 medidas antidana que buscan llevar a nivel nacional
Seis meses después, empresarios de la industria valenciana critican que no se ha avanzado en la prevención y falta claridad ante futuras alertas climáticas. «Si hoy vuelve a sonar el teléfono con una alerta no sabemos lo que tenemos que hacer», dijo ayer Vicente Lafuente, presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval). «Si hay alerta roja no sabemos si hay que ir a trabajar o si no, hay que mejorar los planes de empresas de emergencia y hacer una red conjunta con polígonos, municipios y la Generalitat valenciana”, reclamó Lafuente. «De nada sirve si cada empresa tiene un plan de emergencia y cada uno dice una cosa», añadió Tomás Játiva, decano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia (Cogiti).
Ambas instituciones han presentado conjuntamente a representantes de la Generalitat valenciana, Diputación de Valencia y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) el documento «Dana: Lecciones Aprendidas», con trece medidas que consideran «realistas, ambiciosas y factibles» para poder prevenir y disminuir los daños ante futuras danas.
Al acto acudió la consellera de Industria, Comercio y Turismo, Marian Cano, a la que agradecieron su colaboración y pidieron que implemente estas medidas. “Estos documentos no deben quedarse en un cajón”, dijo Játiva.
El Plan de Emergencias es una de las trece iniciativas en la que piden «fortalecer los protoclos» y asegurar que haya «un interlocutor claro y permanente» para lo que piden por establecer unas reglas claras. «No está bien regulado lo que se tiene que hacer», destacó Lafuente, que sin embargo no demandó exigir a las empresas que cierren ante alertas rojas ni prohibir el desplazamiento de sus empleados. El presidente de Femeval puso de ejemplo la alerta roja dos semanas después de la dana, cuando no llovió, así como el hecho de que el mismo 29 de octubre muchos trabajadores salvaron la vida al quedarse en las fábricas y oficinas ante la riada.
Cultura de prevención
«Seguimos sin saber cómo gestionar una emergencia, no es cuestión de la Generlitat ni del Gobierno de España, en Japón las escuelas les dicen lo que tienen que hacer», dijo Lafuente, que incidió en que la «pedagogía es la respuesta» y en que cada ciudadano asuma su responsabilidad por su seguridad. «Debe haber corresponsabilidad social y cultura de la prevención».
Entre los trece puntos que presentaron destaca como el más urgente «priorizar obras de encauzamiento» en barrancos, algo vital que lamentan el retraso. «Si arreglamos todo pero agua arriba sigue igual no evitaremos otro desastre», como dijo el decano de Cogiti. Más allá, el documento destaca la importancia de la limpieza y la gestión de residuos, con puntos de acopia y sistemas de transporte para garantizar el acceso y operatividad de áreas industriales.
Entre las propuestas más innovadoras destaca la creación de «district heatings», un sistema de suministro de agua caliente y calefacción descentralizado coordinado por ayuntamientos así como de «cabinas inteligentes telefónica multifunción» para comunicarse con los servicios de emergencia.
La consellera aplaudió el documento en el que han participado 40 asociaciones y pidió reforzar la cualificación de profesionales para evitar el intrusismo y censos de personas vulnerables para priorizarles, como recoge la propuesta de la industria del metal.