Dana

El retraso del Consorcio dispara una ola de robos en las campas de coches arrasados por la dana

La Guardia Civil descubre una trama de hurtos de vehículos para venderlos por piezas en Granada con 107 afectados

El coche de Mónica Peláez apareció debajo de una campa en Benetússer, aplastado y sin dos ruedas
El coche de Mónica Peláez apareció debajo de una campa en Benetússer, aplastado y sin dos ruedasLa Razón

El 27 de diciembre, Wanda Machado se despertó con alegría. Al fin acababa de recibir el dinero del consorcio por el coche que había comprado hacía cuatro años y que como más de 140.000 coches el día de la DANA acabó arrasado por el agua y lodo. El suyo estuvo hundido más de un mes en su garaje, hasta que el 9 de diciembre, una grúa del seguro retiró los coches del sótano en el centro de Massanassa y lo llevó a una campa improvisada frente al Ikea de Alfafar. Cuando lo sacaron, el coche no parecía destrozado, pero la parte eléctrica de los bajos lo había dejado inutilizable. El seguro lo declaró siniestro total.

Ahora tocaba lo peor: esperar la indemnización para poder comprarse un coche nuevo. Hasta que no recibiese el dinero no podía llevarlo al desguace y darle la baja definitiva, requisito para dejar de pagar su seguro y además recibir las ayudas de hasta 10.000 euros del Gobierno para renovar sus coches. En el caso de las ayudas de hasta 2.000 euros de la Generalitat Valenciana sí se han podido cobrar con la baja temporal por la dana, pero más adelante deben presentar la baja definitiva para justificar el ingreso.

Machado contaba con las ayudas y el dinero del consorcio para comprarse un coche, pero el pago no llegaba. El consorcio tardó casi tres semanas en pagar los 18.000 euros de indemnización, y en ese tiempo su coche ya no estaba en la campa. Ese mismo día iba a llevarlo al desguace con el que tenía apalabrado la baja, pero una llamada lo cambió todo. “Me llamó la Guardia Civil de Ribarroja del Turia y me dijo si tenía un coche de modelo Golf, me dijo mi número de matrícula y me preguntó si lo había vendido. Yo le dije que no, que estaba en una campa a la espera de venderlo y me dijo que ya no, que lo habían robado y había aparecido en un desguace en Andalucía”, cuenta la afectada, que asegura que no le podían decir en qué lugar se encontraba por haber una investigación en curso.

Ahora ya sabe dónde está. El viernes, la Guardia Civil informó que hasta 107 coches afectados por la dana se habían llevado a un desguace en la localidad de Dólar en Granada con el objetivo de venderlos por piezas. La operación Dark Soul comenzó con la denuncia de un afectado, cuyo coche rastrearon y apareció allí. Tras la denuncia comenzaron a investigar y descubrieron que una grúa autorizada para trasladar vehículos a Centros Autorizados de Tratamiento era quien estaba detrás de la trama. Por el momento hay tres personas investigadas por los presuntos delitos de robo de vehículos, receptación y falsedad documental. En total hay doce denuncias ante la Guardia Civil, una de ellas de Machado y otra de su sobrina, Mónica Peláez. Ella sabía que su coche estaba en Granada, pero no que lo habían robado.

El día de la dana, Peláez y su marido movieron su vehículo de marca Nissan a una calle de Benetússer donde creían que no llegaría el agua, pero se llenó “hasta arriba”. Cada jornada iban a verlo y un día apareció en una campa en el mismo municipio, aplastado bajo otros coches y sin dos ruedas, robadas allí mismo. “A la policía les han dado potestad para moverlos porque si todos llevásemos nuestras grúas sería un caos”, aclara Pelaéz, que sin embargo asegura que el problema llegó cuando vaciaron las campas. “Quisimos saber donde estaba y localizamos el desguace en Granada con la matrícula en la DGT”, dice.

Les extrañaba que lo hubieran llevado hasta allí, pero pensaban que los de la provincia de Valencia estarían demasiado ocupados y no habrían tenido otra opción. “Llamamos y se pusieron chulos diciendo que no me iban a dar la baja definitiva porque tenían un año para tramitarla y que no nos iban a pagar nada, de malas maneras encima”, dice Pelaéz.

La llamada de la Guardia Civil de Ribarroja del Túria el pasado domingo 26 de enero confirmó sus sospechas. Le hicieron las mismas preguntas que a su tía y le recomendaron denunciar el robo. “Si no habíamos dado el consentimiento se consideraba un hurto y si no denunciaba no le podía dar la baja definitiva y pedir las ayudas si está circulando por ahí”, explica. “En cierto modo me extrañaba, yo pensaba que mi caso no era como el de mi tía porque no creo que pueda circular, mi coche es para restos seguro”. El objetivo es aprovechar lo que quede. Las piezas de un vehículo de un denunciante aparecieron a la venta en la web del desguace por valor de 35.000 euros, según informó la Guardia Civil.

Pelaéz no sabía cómo su coche había acabado allí y fue a pedir explicaciones a quienes coordinaban la retirada de coches de las campas. La policía de Benetússer se puso a la defensiva. “Me dijeron que tenían que vaciar las campas y les dije si me parece bien, pero igual que miráis cómo sacan los coches, por qué no hacéis un listado con matrículas y a dónde van”, explica. “Ha venido gente muy buena, pero gente muy mala, ellos mismos se quedaron un poco flipados de la situación”, admite.

Las afectadas están ahora “a la espera”. Sus coches están “precintados e inmovilizados” en Granada y la Guardia Civil no les ha sabido decir cuándo podrán recuperarlos. Machado espera que la investigación acabe pronto. “El coche nuevo que se ha comprado mi hijo hemos puesto para pagar los 10.000 euros del coche anterior, pero no puedo dar la baja del coche si no lo tengo”, dice.

La condición del plan Reinicia Auto del Gobierno de España solo se aplica a coches declarados en siniestro total y que estén identificados, por lo que si un coche se lo llevó el agua y no aparece o, como en este caso, lo han robado, no puedes cobrar. Tampoco darlo de baja del seguro: “1.400 pavos a todo riesgo”, recuerda Machado que le cobra el seguro, que sigue pagando.

“Te da hasta impotencia y rabia, se nos ha juntado que no lo han valorado bien, no han pagado los restos… encima que pasas por una desgracia te pasan estas cosas”, suspira Peláez.

Aún así, se sienten afortunadas de haber podido localizar su vehículo. “Aún cómo que no habían quitado la matrícula, si no ni me entero”, dice Machado. “Yo menos mal que tengo la documentación, aunque llena de barro, y fotos porque pude acceder a mi coche, pero habrá gente que no tenga ni fotos. A raíz de decírselo a mis amigos ya dicen imagínate que me llaman a mí en uno o dos meses”, dice Pelaéz, segura de que saldrán más casos como el suyo.