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Economía

Cámara Valencia clama contra el cierre de la central de Cofrentes en 2030: afectará a 12.000 empresas y a más de 184.000 empleos

La entidad asegura que sin nuclear "el modelo industrial valenciano correrá un grave peligro de colapso" y pide ampliar la vida útil de la central

Central nuclear de Cofrentes La Razón

Es un debate que hay que poner ya sobre la mesa. Es urgente. 2030 está muy cerca y hay que pensar en la industria valenciana a la hora de decidir el cierre de la central nuclear de Cofrentes. Por ello, Cámara Valencia ha elaborado un informe muy claro: la clausura afectará a 12.000 empresas valencianas y a 184.000 puestos de trabajo.

Lo han contado este miércoles el presidente de la entidad, José Vicente Morata, y el encargado de realizar el informa, Amadeo Aznar. Han sido tajantes a la hora de apostar por alargar la vida de Cofrentes, para que se amplíe la moratoria. Según las conclusiones del informe, el cierre de Cofrentes afectará a 12.000 empresas industriales valencianas. Además, se pone en riesgo la operatividad de las empresas altamente dependientes de la electricidad (industria química, metalurgia, cerámica, plásticos, automoción o papel), que generan 184.000 empleos en la Comunitat, lo que supone el 8,5 por ciento del total del empleo de la región. Pero además, el estudio sobre la moratoria de la central de Cofrentes, cuyo cierre está previsto para 2030, también comprometería la viabilidad de otras empresas que son proveedoras o clientes de estas firmas con alta dependencia energética y que, a medio plazo, además, constituyen una masa de trabajadores de más de 235.000 empleados.

Según los expertos de Cámara Valencia, como se ha hecho en Estados Unidos, se podría alargar la vida de Cofrentes "entre 60 y 80 años" o al menos hasta "2040", ya que su clausura también supondrá una pérdida de inversión extranjera ante la volatilidad y el aumento del precio de la electricidad.

El informe también pone de relieve otros aspectos que, inevitablemente, afectarán a la economía. Entre ellos, el riesgo de afrontar con éxito retos de futuro "como la electrificación del parque automovilístico" y también el aumento de la dependencia energética en un momento de aumento demográfico empresarial. Es más, según la entidad, en 2035, la Comunitat contará con 40.000 empresas más, lo que obligará a tener unas empresas energéticas "competitivas y que no estén sujetas a la volatilidad de los precios".

En ese debate, según se señala desde Cámara Valencia, cerrar las centrales nucleares provocará también la renuncia a la recaudación de impuestos y pondrá en riesgo el "suministro estable de energía y la estabilidad del precio", ya que, como han asegurado, apostar por una energía combinada, aumentará el precio de la factura, tanto para las empresas como para los hogares (de 62 euros el precio del MWh a 99, más de 36 por ciento).

Para Morata, la mayor parte de las empresas extranjeras que se instalan en la región son altamente dependientes de la electricidad, por lo que la desconexión nuclear "renuncia al posicionamiento internacional de España y la Comunitat Valenciana". Además, entre el coste de cerrar la central, también provocará una falta de respaldo energético ante eventos meteorológicos como la dana, las olas de calor o la sequía.

"La energía nuclear es la más segura", han defendido a la vez que han asegurado que desde que se abrió la primera central nuclear en España en 1958, no ha habido incidentes y cada año se "invierten unos 30 millones de euros en cada una para mejorar su seguridad y competitividad".

Con todo, el clamor es claro: continuar con los procedimientos para prolongar la vida útil de la central de Cofrentes. Además, Morata también ha pedido que se revise el tratamiento fiscal de las centrales que es muy superior al de otros países de Europa. Y ha hecho un llamamiento a simplificar la burocracia en todo lo referente a alcanzar el Pacto Verde Europeo con "el fin de acelerar la adaptación de las empresas a las energías renovables". Pero ello, lleva tiempo, por lo que se ha instado a aumentar las inversiones públicas y privadas en acelerar el despliegue de las energías renovables. Y entre ellas está, según Cámara Valencia, la nuclear como una energía "limpia y sostenible".

Como ha explicado Morata, sin energía nuclear, "el modelo industrial valenciano correría un grave peligro de colapso". Para el presidente de Cámara Valencia, "el debate debe abrirse ya porque el problema afecta a la sociedad". Por ello, desde la entidad señalan que trasladarán el informe a todos los partidos políticos y al Gobierno Central.

Su mensaje ha sido tajante: "sin nuclear, el modelo industrial valenciano correría un grave peligro de colapso".