La ciudad española que conserva dos puertas medievales sin igual en Europa

Mantener dos puertas medievales no es algo de lo que puedan presumir todas las ciudades. Sin embargo, hay una que además de estar bañada por el mar Mediterráneo, sigue conservando tantos símbolos de su pasado como referentes modernos ha logrado construir en los últimos 30 años.

 Valencia presume de sus dos puertas medievales. Un lugar de obligada visita no solo para el turista, sino para todo aquel que quiera conocer algo de la historia de la ciudad en la que vive.

Las Torres de Serranos, un magnífico exponente de la arquitectura gótica, se comenzaron a construir en 1392 por Pere Balaguer. Eran uno de los puntos para defender la ciudad más usados. Aunque ahora las vemos como un edificio con entidad propia, a derecha y a izquierda continuaba la antigua muralla que rodeaba la ciudad. Quien se quedaba fuera de ellas pasaba la noche a la "luna de Valencia".

Fue en 1865 cuando se derribaron las murallas y se le dio un uso que pocos conocen. Desde 1586 hasta 1887 son utilizadas como cárcel de nobles. Todavía hoy se puede ver una campana que servía para avisar de que algún prisionero había escapado de ella.

Posteriormente, la parte trasera de las torres fue descubierta y desde la Plaza del Furs, que conduce al barrio del Carmen, se pueden observar cinco salas, con arcos de ojiva y bóvedas nervadas.

Por lo que respecta al nombre, hace referencia a aquellos que venían de fuera, por el camino de los Serrano.

Una de sus principales curiosidades es que durante la Guerra Civil española las Torres de Serranos sirvieron como refugio de algunas obras de arte del Museo del Prado de Madrid.

Pere Bonfill fue el constructor de las otras torres medievales de valencia. Las Torres de Quart siguen el modelo de las torres de Castell Nuovo de Nápoles. Proyectadas como puertas defensoras de la ciudad, recibieron hasta 1874 el nombre de Torres de la Cal, debido a que en el siglo XVIII se exigía que la cal que entrara en Valencia pasara por allí. Durante cierto tiempo fue una cárcel de mujeres.

Las Torres de Quart fueron clave para parar las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia contras los franceses en 1808. Aún hoy se pueden ver las marcas de los cañonazos en sus torreones.