19 agosto: Fátima-Rusia
El día 13 es un signo de Fátima por voluntad de la Virgen, pues el 13 de mayo de 1917 citó a los pastorinhos para verlos en La Cova de Iria los días 13 de cada mes durante los cinco meses posteriores. Sin embargo, una de esas citas –la del 13 de agosto– no se pudo producir (para «tristeza de la Virgen», en palabras de Sor Lucía) porque los tres niños estaban retenidos y amenazados de muerte por las autoridades.
El reencuentro se produjo el 19 de agosto y, aunque ese día la Virgen volvió a mostrarse feliz, reconoció que la aflicción causada reduciría la grandiosidad del milagro anunciado para 13 de octubre, que sería «la danza del sol». «Curiosamente» otro 13 de agosto, el de 1961, será un día triste para el mundo, al erigirse el Muro de Berlín. Y otro 19 agosto, de 1989, será una fecha festiva con la celebración del «picnic panauropeo», que se conmemoró con la apertura de un tramo de alambrada fronteriza entre Austria y Hungría, por donde centenares de alemanes orientales cruzaron hacia el oeste, precipitando el derrumbamiento posterior del Muro.
Pero las «no meras coincidencias» continuarán y, así, otro 19 de agosto, de 1991, el golpe de estado fallido respaldado por el sector contrario a Gorbachov, precipitará la implosión de la URSS precisamente el día de la Inmaculada Concepción de ese año. Porque en los designios de la Providencia, «no hay meras coincidencias».