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¿Sabías que el “Ave María” se amplió por la epidemia de peste negra ?

La pandemia sufrida en el siglo XIV hizo que se añadiera a la oración primitiva la petición “ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte”
LA RAZÓN
  • La Razón es un diario español de información general y de tirada nacional fundado en 1998

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El Ave María no siempre fue tal y como la conocemos hoy. Según la web Cari Filii News una epidemia con gran mortalidad como fue la peste negra que asoló Europa en el siglo XIV cambió el rezo al añadirle precisamente una petición a María: “Ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte”.
En un primer momento la oración estuvo formada por la unión de dos pasajes bíblicos, la Anunciación y la Visitación de María a su prima Isabel. Así, la primera parte del “Ave María” está tomada de la Anunciación (Lucas 1, 28): “Salve, llena de gracia, el Señor está contigo”. La segunda, de la Visitación (Lucas 1, 42): “Bendita entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre”.
De hecho, esta plegaria, según cuenta la web “Aleteia”, era conocida como el “Saludo de la Santísima Virgen”, y consistía en la unión de estos dos versículos bíblicos. Pero fue el avance de una terrible peste negra la que llevó a los cristianos a añadirle una segunda parte, que incluye una petición concreta a la Virgen.
Expertos en Historia de la Iglesia consideran que este "ruega por nosotros en la hora de nuestra muerte” se añadió durante esta plaga para pedir la protección de la Virgen María. Así lo consideraba también el arzobispo estadounidense de la Iglesia Católica. Fulton Sheen, que lo explica así en su libro “El primer amor del mundo”: “Dado que aprovecha los dos momentos decisivos de la vida: ''ahora'' y''‘en la hora de nuestra muerte'', sugiere la protesta espontánea de las personas en una gran calamidad. La peste negra, que devastó toda Europa y acabó con un tercio de su población, llevó a los fieles a clamar a la Madre de Nuestro Señor para que los protegiera en un momento en que el tiempo presente y la muerte eran casi uno”.
Del mismo modo, el padre Donald H. Calloway, experto en devociones marianas, secunda esta conclusión en su libro Campeones del Rosario: “Después de la Muerte Negra, la segunda mitad del Ave María comenzó a aparecer en los breviarios de las comunidades religiosas, especialmente las de los mercedarios, camaldulenses, y franciscanos… la gente del siglo XIV necesitaba enormemente la dimensión ‘llena de esperanza’ de la segunda mitad de la oración del Ave María“.
Fue el Papa San Pío V en 1568, con ocasión de la reforma litúrgica que emprende de acuerdo a los dictados del Concilio de Trento, quien fija el texto tal cual lo conocemos hoy.
La peste negra o muerte negra fue la pandemia de peste más devastadora en la historia de la humanidad que afectó a Eurasia en el siglo XIV y que alcanzó un punto máximo entre 1347 y 1353. Es difícil conocer el número de fallecidos las últimas estimaciones hablan de 25 millones de personas solo en Europa, aproximadamente un tercio de la población. La epidemia partió de Asia, donde tuvo su foco, para desplazarse después, debido a las rutas e intercambios comerciales, a Europa.

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