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Los libros de la semana: de la muerte de la sociedad española a la psicología de los héroes

Mientras Pedro A. Cruz Sánchez reivindica la refundación de la sociedad civil, otros dos proyectos recuperan, por un lado, la correspondencia entre Américo Castro y José Jiménez Lozano y, por otro, uno de los títulos clásicos de Joseph Campbell
Emilio MorenattiAP

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Américo Castro, Jiménez Lozano y la «pesadilla» de un país

Coinciden estos días dos novedades de José Jiménez Lozano, que desapareció este mismo año después de una trayectoria conectada con la vida castellana como pocos autores de las últimas décadas junto con el vallisoletano Miguel Delibes. Éste propició que entrara su amigo en la redacción de «El Norte de Castilla» en 1962, periódico que llegó a dirigir, y de una etapa un poco posterior versa esta «Correspondencia 1967-1972» (Trotta) que se han encargado de editar Santiago López-Ríos y Guadalupe Arbona Abascal.
Una iniciativa interesante al reunir las misivas que el filólogo Américo Castro, tantos años asentado en EE UU y vuelto a España, intercambió con el que llegó a ser premio Cervantes 2002. El origen de ello fue el interés del autor abulense por este especialista en Cervantes al que envió su libro «Meditación española sobre la libertad religiosa». La reacción de Castro no pudo ser más afectuosa, y nació en ese momento un intercambio de misivas precioso en las que la fe católica de Jiménez Lozano y el ateísmo de su interlocutor no fueron óbice para reflexionar juntos en torno a grandes asuntos, todo lo contrario. En la primera carta de Castro, memorable, ya le habla de que «la cuestión española es mi pesadilla» desde el fracaso de la Segunda República. Por eso, para el viejo profesor le será tan interesante el escrito del joven autor, quedando admirado ante «la honrada valentía con que ataca usted la realidad central de la vida española».
La otra novedad de Jiménez Lozano es «Evocaciones y presencias. Diarios 2018-2020», en la editorial Confluencias, que le ha estado publicando durante los últimos años libros donde el autor abordó la biografía y el recuerdo históricos sobre Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, o el volumen «Cavilaciones y Melancolías», diarios correspondientes a 2016-2017 donde se detenía muy en particular en la naturaleza castellana. Y en esta ocasión reciente, también bajo el auspicio de Arbona Abascal, con «las evocaciones y presencias que me ha parecido que podía compartir con algunos lectores», decía en una nota el autor, que se impresionaba al cumplir 89 años, Jiménez Lozano volvía a desarrollar una suerte de conversación con el lector. No en vano, como dijouna vez y vuelve a remarcar aquí, su principal deseo en este género del diario fue «ofrecer un instante de compañía y reflexión sobre algo leído o visto, pensado y sentido en diversas ocasiones, por si puede servir de alguna manera a alguien».
Toni Montesinos

¿Qué hacemos tras la muerte de la sociedad española?

La pandemia ha puesto a prueba el sometimiento al paradigma estatal. Ya no estamos en el Estado del Bienestar, ni siquiera en el bienestar del Estado, sino en el éxito absoluto del Estado Minotauro que conceptuó Jouvenel. Hemos sacrificado la libertad por la protección estatal, matando el individualismo; esto es, la responsabilidad y el libre albedrío. Nada se concibe sin el Estado. Los derechos se entienden como una concesión del poder en el que el Estado, el Gobierno y el partido parecen la misma cosa. De ahí que los grupos políticos compitan por hacerse con el poder, porque una vez que llegan tejen la red que asegura su hegemonía. El poder mueve a las personas con tres sentimientos: el odio, el miedo y la esperanza. El gobierno socialcomunista ha abusado de los tres para esconder su negligencia en la pandemia porque no somos una sociedad de personas libres, sino una agrupación de colectivos. De esta forma, ¿cómo vamos a exigir responsabilidad a los ciudadanos en la crisis? El Gobierno pide obediencia, que, como diría Julien Freund, es la prueba de la primacía desbocada del mando.
Pedro Alberto Cruz Sánchez publica «Ciudadanos irresponsables» (Libro Azul), un libro profundo. Su tesis es que la sociedad española ha muerto, entendiendo por tal el conjunto de personas responsables que manejan su vida gracias al conocimiento. Afirma que la sociedad necesita una «refundación» que genere confianza y solidaridad. Señala a todas las «administraciones» que, dice, han basado su respuesta a la crisis en la «política de la culpa». «¿No es hora ya de una auténtica unidad social: sin acusaciones, sin violencias, sin partidismos, sin ajustes de cuentas?», dice.
El autor denuncia asimismo la extensión del sentimiento de culpa, causante de la obediencia ciega, y la creación de una moral de vigilancia y censura que ha roto la sociedad. Recoge ideas de los neo-republicanos y apuesta por la reconstrucción de la comunidad sobre la idea del sacrificio personal en aras del «bien común». El objetivo de todo Gobierno es, como señaló Bentham, el máximo de felicidad para sus administrados. El problema estriba en quién define la «felicidad». Bentham pensaba que la libertad del individuo frente al Gobierno era la fuente de felicidad, y los neo-republicanos lo fían a la guía paternal del Estado-Gobierno y al abandono del individualismo en aras del colectivo. Lo último es un proyecto bienintencionado e ingeniería social. Cruz Sánchez ha escrito una obra muy interesante para reflexionar sobre la crisis de la «sociedad-covid».
Jorge Vilches

Campbell y la psicología de los héroes

Undécimo libro que la exquisita editorial Atalanta dedica a Joseph Campbell (Nueva York, 1904-Honolulú, 1987), uno de los grandes especialistas del siglo XX en la historia de los mitos. Buena prueba de ello es este fabuloso trabajo que vio la luz en 1949, «El héroe de las mil caras» (Atalanta, traducción de Carlos Jiménez Arribas), que fue clave en este ámbito de la mitología comparada, pues incluyó penetrantes estudios y reflexiones de tinte psicológico para una mayor comprensión de los motivos y caracteres relativos a la figura del héroe.
Para ello, el que fuera profesor emérito de literatura en el Sarah Lawrence College de Nueva York profundiza en los diversos viajes iniciáticos propios del héroe, que tienen que ver con su momento de partir, su peripecia, su misión y su regreso, el característico camino del héroe. Tal cosa, a la vez, le conduce a recorrer lugares remotos y exóticos en busca de versiones de mitos heroicos, como Grecia, África o Polinesia. Y es que, lo dice el autor, «los viejos maestros bien sabían lo que decían», solo es necesario asimilar su lenguaje simbólico, para lo cual es útil la herramienta psicológica, que desvela misterios y belleza. No en balde, esta edición también aporta un excelente contenido iconográfico, facilitado por la Joseph Campbell Foundation, creada en 1991 por parte de la viuda del estudioso, la coreógrafa Jean Erdman, y su editor Robert Walter.
Toni Montesinos

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