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Juan Avellaneda

«“Cartas a Yves”, de Pierre Bergé, tiene frases que se te clavan en el corazón»

El diseñador Juan Avellaneda asegura que el libro que Pierre Bergé dedicó a Saint Laurent «descubre una de las historias más fascinantes del siglo pasado»

Talento y encanto. Dos aspectos que definen a Juan Avellaneda a la perfección. Entre viajes y proyectos, el optimismo del diseñador no se marchita, sino que se alimenta gracias a sus ganas de no dejar de aprender ni un solo minuto. La moda y la cultura son para él motores indispensables. Por ello, recibe la propuesta de recomendar al lector un libro con los brazos abiertos, y se decide por un homenaje a uno de los más grandes modistas de todos los tiempos: Yves Saint Laurent.

–Escoge «Cartas a Yves», de Pierre Bergé, ¿por qué?

La primera frase del libro ya lo dice todo: «¡Qué mañana tan joven y hermosa hacía el día que nos conocimos! Librabas tu primera batalla. Aquel día conociste la gloria y, a partir de entonces, ya no os volvistéis a separar». Me fascinan las biografías de personas que se dedicaron a lo mismo que yo, porque siempre es inspirador. Es una muy buena escuela y siempre se puede aprender muchísimo. Esta, en concreto, la escribe su pareja y me parece un punto de vista interesantísimo.

–¿Qué le enseña desde el punto de vista profesional?

–Que el éxito es fantástico si lo sabes gestionar y si tienes los pies en el suelo. También que el amor muchas veces está por encima de todo, y que el ser humano tiene una capacidad maravillosa de amar, de ser generoso y de perdonar. Aprendí que, aunque no lo parezca, en la moda siempre puedes aportar, no todo está inventado. Como dice Bergé: «Si Chanel dio, como dicen, la libertad a las mujeres, tú les diste el poder».

Pierre Bergé, apoyado en el hombro de Yves Saint Laurent
Pierre Bergé, apoyado en el hombro de Yves Saint Laurentlarazon

–¿Y desde uno personal?

–Que cuando encuentras el amor verdadero, ni la muerte os puede separar. Eso me duele, pero me fascina. Hay frases del libro que se te clavan en el corazón, pero que a la vez de dolorosas me parecen maravillosas. Por ejemplo, la de «por mucho que me esfuerce en vivir como si no hubiese pasado nada (...) no hay nada que hacer: tropiezo una y otra vez con tu ausencia»

–¿Cómo le ha influido Yves Saint Laurent?

–De niño, la primera imagen que recuerdo es una fotografía e Helmut Newton a una modelo con un esmoquin de Saint Laurent. Aluciné, me pareció una imagen tan potente de una mujer mostrándose tan poderosa que me fascinó. Fue a partir de ahí que pensé que quería dedicarme a la moda. Oscar Wilde dijo: «Antes de Turner, en Londres, ¿no había bruma?». Es lo propio de los artistas, hacer ver el mundo. Y yo quiero eso.

¿Cuál fue la mayor aportación de Saint Laurent a la moda?

–Sin duda, el prêt-à-porter. Como decía él: «La moda sería algo muy aburrido si solo sirviera para vestir a mujeres ricas». Consiguió que llegara a todo el mundo.

¿Cómo se relacionan moda y literatura?

–Es creatividad, y todo tipo de creatividad puede converger. Todo tiene una energía que, obviamente, se puede mezlar independientemente de las disciplinas. Al final, todo es inspiración, y un artista se nutre de eso.

Al trabajar, ¿se inspira en libros como el de Bergé?

–Sin duda. Sobre todo, para aprender, para ver qué hizo bien un personaje, qué hizo mal, dónde falló. Las vidas de personas como Bergé o Yves son una gran ecuela de la vida, de empresa y de moda.

¿A quién le recomienda leer «Cartas a Yves»?

–A quien quiera descubrir una de las historias más fascinantes del siglo pasado y un amor «loco» que solo dos personas entendían, que pasaron por todos sus estadios, pero siempre sin perder la pasión por la vida. «Son cosas casi imposibles de decir, que rozan el melodrama; sin embargo, desde el primer día tú y yo supimos que aquello era para siempre», escribía Bergé.