Los compositores declaran la guerra a los cantantes: “Pedimos respeto y equilibrio”
A través de un movimiento llamado “El Pacto”, denuncian las “tácticas de intimidación y amenazas” a las que algunos autores han estado sometidos por parte de artistas y ejecutivos.
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Tras algunas de las pegadizas y exitosas canciones de artistas como Britney Spears, Shawn Mendes, Lady Gaga, Dua Lipa o Michael Bublé hay compositores a los que nadie conoce ni reconoce. Alrededor de una canción no solo hay una voz o un instrumento, sino que hay numerosas personas que trabajan en su letra, su producción, grabación o difusión. Y hay quienes se han cansado de no obtener el reconocimiento que merecen y que sí reciben los propios cantantes.
“La belleza de la industria de la música es que funciona mejor como ecosistema. Detrás de la mayoría de canciones, hay una historia de colaboración. En el momento del lanzamiento, una canción ha pasado no solo por el artista, sino por compositores, productores, mezcladores, ingenieros, sellos discográficos, editores, gerentes y más”. Así arranca una carta que un movimiento llamado “El Pacto” ha lanzado a modo de protesta. La escriben y firman una serie de compositores de diversos países, que pretenden reclamar reconocimiento tanto en cuestión de popularidad como económica.
La misiva continúa explicando que “en los últimos años, ha habido un número creciente de artistas que están demandando acreditarse como autores de canciones que no escribieron”. Ante esto, han decidido “unirnos, apoyarnos mutuamente y luchar por un cambio”, reza el comunicado, “sin canciones en la industria de la música, no hay industria de la música”.
Cambiar la retórica
El Pacto ha irrumpido en el panorama musical hasta tal punto que ya cuenta con más de 3.000 seguidores en su plataforma. Sin especificar quiénes son sus miembros, se dieron a conocer con una serie de diapositivas en las que preguntaban “¿Cómo gana dinero un artista?”. Ahora, con la carta, su principal objetivo es el de proteger “el futuro de la próxima generación de compositores”, así como el de “cambiar la retórica y la perspectiva que rodean al papel de un compositor de canciones”.
“Como compositores, somos plenamente conscientes de la importancia del artista que pasa a interpretar y promover las canciones que escribimos, el rol del productor que lleva la canción al meta y el papel de la discográfica que financia el proyecto y los planes de estrategia y promoción. A la luz de eso, no estamos sugiriendo que nos sumerjamos en esas fuentes de ingresos, no estamos pidiendo algo que no merecemos. Simplemente estamos pidiendo un respeto a cambio. Nosotros simplemente pedimos que el ecosistema se mantenga en equilibrio; simplemente estamos pidiendo que no nos pongan en posiciones en las que nos vemos obligados a ceder todo lo que tenemos a cambio de nada”, dice la misiva.
Asimismo, advierten que “a partir de hoy ya no aceptaremos que nos traten como si estuviéramos en la parte inferior del tótem, ni seremos intimidados para que pensemos que deberíamos hacer sacrificios para entrar en el juego”. Y lo justifican aludiendo al hecho de que “los artistas continuarán recaudando ingresos de giras, merchandising y publicidad, pero los compositores solo tienen sus ingresos editoriales como medio de vida”, así como señalan “tácticas de intimidación y amenazas” a las que algunos compositores han estado sometidos por parte de artistas y ejecutivos.
Aunque no se han revelado nombres, la BBC sí ha recogido un ejemplo: el de Fiona Bevan, compositora de canciones de One Direction o Kylie Minogue. Reveló al medio británico que ganó tan solo 100 dólares por coescribir una canción del álbum “Disco”, de Minogue. “Los compositores más exitosos del mundo no podemos pagar el alquiler”, explicó a la BBC, “en este momento, hay autores de éxito que conducen Ubers. Es bastante vergonzoso”, zanjó.