Italia recupera una millonaria colección arqueológica comprada ilegalmente por un belga
Un coleccionista conservaba en Amberes 800 objetos arqueológicos y piezas de cerámica valorados en 11 millones de euros
Una antigua y singular colección de casi 800 objetos arqueológicos y piezas de cerámica de la región italiana de Apulia (en el talón de la bota que forma la península), con un valor aproximado de 11 millones de euros, ha sido devuelta a Italia desde Amberes, en Bélgica, donde la conservaba un coleccionista que la había obtenido ilegalmente.
Así lo anunció el lunes a través de un comunicado la Agencia de Cooperación en materia de Justicia Penal de la Unión Europea, Eurojust. Explica que la colección, que data aproximadamente del año 600 a.C., incluye una rara estela dauniana (objeto funerario), que se había mostrado en exposiciones en París y Ginebra.
De esta manera, y habiendo iniciado la investigación en 2017, una unidad especializada en protección de patrimonio cultural de los Carabinieri italianos, han identificado al coleccionista belga que poseía dicha lápida dauniana. Una pieza que, según Eurojust, posee características propias de Salapia, zona arqueológica cercana a la ciudad italiana de Foggia.
A la estela o lápida le faltaban algunos elementos, como una inscripción decorativa que se conservaba en el Museo Arqueológico de Trinitapoli, cerca de Barletta, en Apulia, lo cual permitió a las autoridades establecer un vínculo con el objeto exhibido en París y Ginebra, lo que condujo al coleccionista belga.
En sus dependencias en la ciudad flamenca de Amberes, los investigadores encontraron la mayor parte de la lápida, la cual pudieron cotejar con las piezas expuestas en el museo italiano. Pero el hallazgo no se quedó en eso, sino que los Carabinieri se encontraron una gran sorpresa: una “vasta colección” de objetos y piezas de cerámica excavadas ilegalmente, que datan de entre el 600 y el 300 a.C.
Eurojust actuó como cooperador judicial entre Italia y Bélgica, según informó la propia agencia, y colaboró en la ejecución de las Órdenes Europeas de Investigación a petición de la Fiscalía de Foggia, que dirigió la operación, en la que también colaboró la Policía Judicial de Amberes.
El coleccionista intentó revocar en varias ocasiones la transferencia de los objetos hacia Italia, aunque al final toda la colección ha sido entregada a las autoridades italianas, quienes llevarán a cabo nuevas investigaciones, así como exámenes por parte de expertos en arqueología.