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Rozalén a LA RAZÓN: «Mi padrino, José Bono, vio antes que mi padre que la música era lo mío»

La cantautora reconoce que todavía siente muchos nervios cada vez que pisa un escenario: “Me dan ganas de vomitar, pero me dura solo dos canciones, luego ya me calmo”
Juanjo Molina

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La pillamos en carretera, de concierto en concierto y con la maleta siempre abierta. Un «road trip» veraniego al que Rozalén ya está acostumbrada. Por fin sale de la «jaula» para cantar a la libertad a pulmón abierto. Se ríe cuando se le pregunta por su padrino, el político José Bono, y asegura que ella es muy política por convicción «porque a través de ella es como se cambian las cosas». De su vida de pareja habla poco, pero sí aclara que su novio nada tiene que ver, al menos laboralmente, con el ministro Garzón. Ella también prepara su personal vacuna «contra la falta de empatía» y nos desvela cuándo estará disponible.
-¿Cómo es eso de cantar en un espacio ahora reconvertido en centro de vacunación exprés? ¿Había asistentes que iban directos a su concierto después del pinchazo?
Fue muy bonito lo que ocurrió en el WiZink Center de Madrid. Como está abierto 24 horas, hubo amigas que vinieron a verme y luego a vacunarse. Cuando canté «Aves enjauladas», que es un homenaje a la calidad de la Sanidad me emocioné mucho. Yo, que todavía lo paso mal con los nervios en cada concierto, en este no fue para menos.
-¿No consigues apaciguar los nervios?
Qué va. Nada más salir siempre me entra un dolor de tripa fuerte y ganas de vomitar, pero me dura dos o tres canciones, luego ya me calmo.
-Además de contra la Covid, ¿contra qué te gustaría vacunarte?
Contra la falta de empatía.
-¿Cuántas PCR llevas en tu haber?
Ya he perdido la cuenta... calcula una por semana desde hace mucho tiempo...
-Compuso «Aves enjauladas» durante el encierro. ¿Con quién te encerrarías en una?
Pues la verdad que con cualquier persona, salvo con un psicópata o una persona muy egocéntrica. Con el resto sería capaz de llegar a acuerdos, estoy convencida.
-¿Cómo sería un «encierro» con Santiago Abascal hablando de inmigración?
Pues hablaríamos mucho, yo le preguntaría varias cosas y le contaría otras tantas. Le hablaría de mi familia, por ejemplo. Creo que dialogar con personas que piensan diferente a ti es muy bueno. El amor no puede faltar. No hay que buscar la grieta o el error sino el entendimiento para llegar a buen puerto.
-Ser ahijada de José Bono imagino que es, cuanto menos, entretenido. ¿Te ha puesto firme en alguna ocasión?
Me choca que este tema suscite tanta curiosidad. Mi padre trabajó con él e hicieron buena amistad.
Ha venido a algunos conciertos míos. No hablamos muchísimo. Eso sí, cuando yo era más joven él le decía a mi padre: «A esta chiquilla le va cantar, no la veo como psicóloga». A mi padre le daba más miedo que me dedicara al mundo del espectáculo, pero mi padrino lo vio claro pronto.
-Como licenciada en psicología, ¿a quién sentarías en el diván?
Todos deberíamos pasar por el psicólogo. Yo voy a terapia cuando no sé como gestionar determinados asuntos. Quién no tiene algo que solucionar o encontrar. Envidio a los argentinos por la facilidad que tienen para hablar de esto sin problema.
-Feminista declarada, ¿qué micromachismo te ofende más?
Todo lo que conlleve que te quieran empequeñecer. Me da rabia cuando compañeros cantautores me dicen: «He compuesto esto para tí». Sé que lo dicen con cariño, pero es curioso que entre ellos no se lo dicen. ¿Por qué tienen que escribirme algo? No soporto tampoco que me manden callar. Pero ojo, que soy la primera que uso micromachismos. Desprenderse de ellos es un proceso lento.
-¿Has conseguido acabar con el famoso dicho de Albacete...?
...Caga y vete (risas) Somos muchos los que hemos puesto en el mapa Albacete. Yo me siento muy manchega, albaceteña y serrana. Tengo motivos para presumir de mi tierra. Me encanta el humor que tenemos por bandera. Allí la gente es auténtica, acogedora y generosa. Se dice que a Albacete llegas llorando y te vas llorando.
-¿Eres muy de pueblo?
Mucho. Soy una tía fácil. Me gusta el campo, estoy muy tranquila allí. Creo que cada vez me estoy haciendo más rural. Los animalicos me encantan. Pero tampoco es que sea una loba solitaria, estoy a gusto en soledad, pero disfruto mucho con gente en casa.
-Abanderada, entonces, de la repoblación rural...
Por supuesto, a tope en la lucha contra la España vaciada. Pero es complicado hacerlo de manera individual si las instituciones no se comprometen. Además, ahora, con la pandemia, hemos visto como muchos jóvenes han migrado al campo. Allí se vive mejor y además es más barato.